Es y será siempre de beneficio mutuo en México todas las acciones positivas que se decanten en nuestro devenir histórico, pero sobre todo cuando pasan por Tabasco y se fortalece, de nueva cuenta decimos, las figuras de tabasqueños que comenzando con el presidente nos dejan mucho porque congratularnos.

El director de Pemex, Octavio Romero, dio a conocer el arribo inexorable de gas bienestar a Tabasco y Veracruz, con importantes beneficios económicos para todos en el consumo obligatorio y cotidiano que tenemos los seres humanos con este vital producto y por supuesto, anuncio presidencial de la aceptación del gobierno de los Estados Unidos para la conclusión del compromiso pactado de la refinería texana en sociedad con la poderosa empresa Shell y es un voto de confianza del sector para Pemex, pues la denuncia de interesados que no se vendiera estaba basada en un futuro quebranto por la falta de capacidad del empresa mexicana. Ya se logró y seguimos adelante y en el proyecto de que seamos autosuficientes como país la producción del petróleo y sus derivados.

Y lo más destacado duda es la fuerza que Adán Augusto López Hernández continúa adquiriendo en el ámbito político nacional, sin escándalo y sin búsquedas de poder a largo plazo, que al menos tres, se disputan, por encima del beneplácito no sólo del presidente López Obrador, también del partido Morena, donde la falta de lealtad es el factor primordial de su búsqueda denodada del poder presidencial.

El secretario de Gobernación es reconocido por propios y extraños como un negociador de primera línea, que con seriedad, sencillez, sobriedad, tiene por esta vez en la historia de la Casona de Bucareli, las puertas abiertas a quien lo requiera y es vox populi y no hay quien afirme con pruebas lo contrario: no es sabelotodo, no niega a ver a nadie y lo más importante recibe a todos y los escucha con la singular alegría que lo caracteriza. Diría el presidente: “me está ayudando mucho, está haciendo política de la buena y, lo mejor del asunto, no se pelea con nadie”. Para aquellos que no tienen que hacer, será mejor que lo piensen bien antes de dar sus desacertadas opiniones, pero, como siempre, de todo hay en la viña del señor: suerte