EDITORIAL
El reto Gerardo Gaudiano Rovirosa debe de valorar con humildad la oportunidad que la sociedad tabasqueña le ha dado, de manera espontánea, al margen de la polémica que su triunfo ha generado y de los resultados que se den en base a las impugnaciones que sus adversarios realicen. No inició como favorito en esta contienda, […]
17 de junio de 2015

El reto
Gerardo Gaudiano Rovirosa debe de valorar con humildad la oportunidad que la sociedad tabasqueña le ha dado, de manera espontánea, al margen de la polémica que su triunfo ha generado y de los resultados que se den en base a las impugnaciones que sus adversarios realicen.
No inició como favorito en esta contienda, ni por su propio partido. La negociación interna del PRD, fue tardada, dura y ardua, para que pudiese ser el candidato y aun así, el inicio fue difícil y se tuvieron que dar un sinnúmero de circunstancias a favor de él y en contra de sus contrincantes, para que ese voto de último momento, de la última semana, se le diera.
Superó a dos escollos importantes, el PRI con Evaristo lleno de experiencia y al PVEM con Rosalinda, partido sorpresa en todo el país y una candidata siempre triunfadora, luego entonces, no llegó solo, ni será de facto el candidato de su partido para 2018.
Será el presidente municipal más observado en la historia de Tabasco por lo que no se podrá entregar a un mismo grupo, ni fuera, ni dentro del ámbito gubernamental. El municipio ha estado abandonado a los buenos oficios desde hace muchos años y los recursos no son suficientes para una población con un crecimiento demográfico enorme.
Por 15 años trajo para arriba y para abajo a su abuelo Leandro Rovirosa Wade, su  “ángel Guardián”,  su aval político y familiar, muchas veces en condiciones delicadas de salud,  hasta prácticamente la última semana de su vida. Su principal compromiso moral, será honrar su apellido, cosa que será sumamente difícil, pues su abuelo, además de pertenecer a una familia de abolengo histórico, supo corresponder en su larga vida esa responsabilidad con su familia y los tabasqueños.
Está en problemas Gerardo, ese es su verdadero reto, demostrar que Don Leandro no fue utilitario. Honrando a su abuelo, honrará a los que le dieron el voto. Que la soberbia y sus “nuevos amigos”, que tiene ahora, no lo apabullen, de otra manera, será su tumba política. Al tiempo.

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