A mitad del camino
De cada cien tabasqueños que viven o quieren vivir o no pueden vivir de la política, 99 embisten y uno piensa. El arte de la política, al igual que el de los toros: “no es graciosa huida, sino apasionada entrega” y se requiere: conocimiento, valor, arte y templanza. No es fácil hacer política y en Tabasco, muchos utilizan la cabeza para embestir y muy pocos para pensar.
El gobernador Arturo Núñez es el jefe del Estado de Tabasco, así de simple. A como lo han sido todos sus antecesores. Quienes le dieron esa responsabilidad fue la mayoría de los tabasqueños y a ellos son a los que hoy le tiene que rendir cuentas. Los que pensamos lo sabemos, los que embisten; siguen viviendo en la ignorancia.
No es un gobernador fácil. Tan difícil o más que muchos gobernadores que lo antecedieron, con la desventaja que le tocaron problemas acumulados por 30 años que nadie se atrevió a resolver y que ahora mismo está enfrentando de manera cotidiana. No cerró los ojos, ni los dejó pasar. Para eso se utiliza la cabeza, para pensar y resolver. Solo embisten los que no tienen valor para pensar.
Los triunfos tienen mil padres. Los problemas y las derrotas son huérfanos. Criticar desde la oscuridad, es fácil: no hay elementos, hay que ser anónimos. Enfrentar las cosas a plena luz del día y ejercer ese derecho de crítica con la verdad a la vista de todos, pocos lo hacen. Porque son pocos los que piensan y muchos los que embisten.
Inicia este lunes el camino hacia los últimos tres años y hay que tener confianza de que debe salir adelante. Y para que pueda lograrlo requiere el apoyo de todos. Nada se puede hacer solo. Por eso vivimos en una sociedad. No importa que religión profeses o en qué partido político milites, solo desde el trabajo unido e institucional, podremos superar cualquier crisis que estemos enfrentando todos los días. Tenemos un buen antecedente: El Presidente Peña del PRI, tiene una excelente relación de trabajo con el Gobernador Núñez del PRD. ¿Por qué? Simple: piensan y no embisten.
Seguro, es cierto, Núñez es difícil. No es zalamero, no te apapacha, no cede a las peticiones de canonjías especiales. Los favores personales están a la baja, ya no es factible el apoyo por debajo de la mesa. Los que estaban acostumbrados, pues protestan, se quejan, ofenden, gritan, inventan. Simple: embisten y no piensan.
Rumbo Nuevo, con 72 años de vida, no coincide en todo con el actual gobierno. Así lo hemos escrito, su crítica está en sus páginas. Su responsabilidad de informar está en sus páginas. No hemos recibido en esta mitad, ni amenazas, ni peticiones de golpeo y mucho menos hemos sido censurados en nuestra actividad. Rumbo Nuevo fue fundado por personas de enormes capacidades políticas e intelectuales que todos conocemos, los mejores de la historia de los últimos 80 años. Por eso no nos préstamos a golpeteos absurdos que solo dañan a la sociedad. Simple: porque pensamos y no embestimos.
Con el recuerdo de Antonio Machado y Pepe Alameda.
