“No es fácil nadar contra la corriente.
No te dejes amedrentar por ello, sigue
adelante y algún día quienes se burlaban
de ti, te tendrán admiración”.
Anónimo

Enrique Muñoz González
cayuco7@hotmail.com
Al que hace bullying, se le dice “bulero”, eso han dicho los especialistas en gramática. Y eso es precisamente como se les puede decir a: Ana Bertha Vidal Fócil, Alipio Ovando Magaña y Francisco Javier Cabrera Sandoval, por emprender una cruzada de desprestigio contra su propia compañera de bancada Rosalinda López Hernández, a quien han querido desfondar en las últimas semanas, sin embargo, han quedado en evidencia, por no tener el conocimiento de las prácticas parlamentarias.

El pretexto para atacar ferozmente a Rosalinda ha sido un punto del orden del día de la inconclusa sesión de la Comisión de Gobernación que se estaba realizando la semana pasada, supuestamente, Alipio Ovando está muy preocupado por el dictamen donde se debe definir a qué municipio corresponde el ejido Tierra Amarilla, si es a Centro o Nacajuca. En teoría no debe haber inquietudes, si no les parece, votan en contra y ya, pero el asunto de fondo es querer exhibir a la diputada López Hernández.

No sorprende la actitud mezquina de Alipio Ovando para atacar a Rosalinda López, el cual es diputado por segunda ocasión por la vía plurinominal, y se exhibe como una persona que desconoce los procedimientos parlamentarios. Si en la Comisión de Gobernación, la mayoría de los 15 integrantes no está de acuerdo con el dictamen, es obvio que no pasa, y en caso de ser aprobado, falta la aprobación por el pleno, donde el PRD es mayoría, ahí podrían rechazarlo. El caso es hacer escándalo.

Nadie debe perder de vista, Rosalinda López Hernández, en estos momentos resulta incómoda a muchos dentro del PRD, sobre todo, porque tiene aspiraciones políticas inmediatas con amplio respaldo popular, por eso algunos como el delegado Abraham Ortega, le exige decida si se va o se queda en el partido, cuando ella nunca ha expresado interés por irse a otra trinchera; está decidida a quedarse y a dar la batalla, al interior del Sol Azteca, partido en el que siempre ha militado.

Si algo tiene Rosalinda López, delante de sus adversarios, Alipio Ovando, Ana Bertha Vidal Fócil, Javier Cabrera, es calidad moral. A todos ellos, así como a otros más, les molesta no los deje meter mano al presupuesto a como ellos quisieran; la exigencia permanente de transparencia, no les gusta, a pesar que supuestamente es una bandera que enarbola el PRD, y por eso buscan pretextos, como el orden del día al que nos referimos para apabullarla, aunque los medios y la sociedad se los está reprochando.

Estos diputados “buleros” desde ahora están apostando por otro cargo cuando terminen su gris desempeño en la LXI Legislatura, quieren quedar bien con el Ejecutivo, por eso Ana Bertha Vidal usa el sarcasmo, cuando dice que no sabe dónde localizar a Rosalinda, pena le debería de dar, estar atacando a alguien de su mismo género, además debería de aprenderle para entrar al debate, pues si de algo se caracteriza la pinosuarista, es el protagonismo, andar gritando y mofándose de los demás cuando le faltan argumentos.

Aunque les moleste el trabajo de Rosalinda López, continuará dentro del PRD y como presidenta de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, no perdamos de vista que la campaña de linchamiento en su contra inició desde el día cuando les entregó un anteproyecto de lo que puede ser la nueva Ley Orgánica del Poder Legislativo, en la cual se obliga a todos los diputados por igual ponerse a trabajar. Y la verdad, los perredistas no están de acuerdo en que los obliguen a cumplir con su deber.

Rosalinda López Hernández ha sido diputada federal, Senadora de la República y es diputada local por segunda ocasión, en todos estos cargos, ha trabajado con responsabilidad, conoce las prácticas parlamentarias, por eso sus compañeros de bancada buscan la descalificación, al no tener argumentos sólidos para rebatirle su trabajo. Ana Bertha Vidal tendría que aprenderle mucho, si acaso quisiera trascender como legisladora, porque en el tiempo que lleva ocupando una curul, no ha hecho nada relevante.

Carece de sentido común pretender exhibir a López Hernández como una aliada de la priista Esther Alicia Dagdug, como si fuera una obligación el enfrentamiento por ser de distinto partido. Ana Bertha se queja de que es una irresponsabilidad cuando la presidenta de la Comisión se para y se retira junto con la Secretaria. Olvida que ella ha sido irresponsable, porque muchas veces no acudía a las sesiones, hasta que Rosalinda exigió en tribuna el deber que tienen todos de llegar a los trabajos en comisiones.

Ana Bertha Vidal acostumbra cuando se han realizado sesiones de la Comisión Permanente, estar balbuceando en voz alta a diputados de otras fracciones cuando están tocando algún tema que no le gusta, en vez de pedir la palabra para rebatir con argumentos, no lo hace porque no sabe lo que es un debate parlamentario. Tal vez ante la falta de inteligencia, su estrategia política sea el protagonismo.

Javier Cabrera, como vicecoordinador parlamentario en lugar de formar parte del grupo de diputados “buleros”, debería de trabajar para lograr la unidad de la bancada, esa es una de sus funciones. Exige a Rosalinda que reflexione si se siente integrante de la fracción, cuando él no ha hecho nada para que el grupo de los 19 se vea cohesionado, desafortunadamente al jalpaneco le ganan las vísceras, prestándose al juego perverso de atacar a Rosalinda.

La Piragua
De pronto surgió una duda en la minuta que firmaron el domingo los policías con el Secretario de Gobierno, pues no saben si César Raúl Ojeda Zubieta estampó su rúbrica original o falsificada, por aquella denuncia que existe en su contra por haber logrado con trampas un crédito de una financiera, porque hay una firma falsificada. Ojalá haya firmado correctamente, de no ser así, se volverán a inconformar los uniformados, para exigir el cumplimiento de todos los acuerdos.