Detrás del Telón
“El delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca. … Anónimo Iván Aguirre Aguilar iaguirreaguilar@yahoo.com Parafraseando al gran cantautor Argentino Alberto Cortez “más allá de cualquier ideología, más allá de lo sabio y lo profano, soy parte del espacio; […]
21 de mayo de 2020

“El delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca. …
Anónimo

Iván Aguirre Aguilar
iaguirreaguilar@yahoo.com
Parafraseando al gran cantautor Argentino Alberto Cortez “más allá de cualquier ideología, más allá de lo sabio y lo profano, soy parte del espacio; soy la vida, por el hecho de ser un ser humano”. Todo lo anterior “encaja con precisión milimétrica” en el hecho de que, el hombre, haber sido creado a imagen y semejanza del Altísimo –dada su capacidad de “tejer a modo” sus defectos y virtudes, para tristeza nuestra, ha distorsionado el sentido de su vivir.

Si bien las circunstancias actuales han logrado “convertir” a más de uno para con la necesidad de un ser divino que “nos salve” lo cierto es que, el Homo Sapiens mismo “se ha pervertido” a grado tal que, en nombre de “su o sus creencias” ha destruido muchas de las cosas que le fueron otorgadas para su disfrute.

Lagrimas se desprenden al escuchar otra de las frases de la melodía “soy un ser humano” cuando refiere “yo puse las espinas en la frente, los clavos en los pies y en ambas manos” y después “rompí a llorar amargamente, la muerte irreparable de mi hermano” lo que deja aún, más congoja respecto de lo que mal nos hemos portado con nuestros semejantes “pateando” todas y cada una de las palabras que nos trajera aquél que vino a este mundo, a mostrarnos el camino, la verdad y la vida, como modo de empatía entre pares con la finalidad de crear una atmosfera alejada de envidias, intrigas, y todo aquello que, en nada “abonasen” a la sana convivencia como hermanos.

A decir de muchos –coincido con ellos- esto, quiérase o no, ya sea provocado por seres o grupúsculos que, con tal de mantener o mantenerse como “señores de horca y cuchillo” y, sin importarles causar severos daños para con quienes somos en sí, los más desprotegidos al no contar con la infraestructura y la tecnología vanguardista, ha venido a servir de “catalizador de almas” al obligar a someternos a una seria reflexión del que o porqué “nos alejamos del bien” convirtiéndonos en seres materialistas, carentes de lo mínimo en cuanto a principio y valores.

Cientos y miles de “memes” “exhortos” plegarias y pedimentos son apenas, unos cuantos ejemplos de que “ahora sí” necesitamos de esa “fuerza superior” que contenga tanta maldad y “castigo” a lo largo y ancho del mundo.

En resumen, Dios no manda castigo alguno, más bien el hombre, es quién ha venido violando constantemente las leyes universales. Donde habrá de radicar la diferencia para poder ver “la luz al final del túnel” simple y sencillamente, cuando comprendamos que, si bien no todos hacemos lo propio para “no dañarnos a nosotros mismos” lo cierto es que, aquellas mentes perversas, recibirán lo que les corresponda en su justa dimensión.

A todo lo anterior se puede agregar la insensibilidad que, desafortunadamente, ha ido “permeando” en muchos seres humanos, alejándose de todo “orden divino” de dar de sí, sin pensar en sí, anteponiendo la solidaridad para con los demás.

Ojalá y esta época inédita que nos tocó vivir, logre “ablandar” a más de un corazón y ello se traduzca en una actitud de sumar esfuerzos en pro de todos.

En repetidas ocasiones lo he plasmado en líneas, la sociedad en su conjunto –sin esperar a que “del cielo le caigan las hojas”- debe y tiene que mostrar y mostrarse como “un todo” a fin de canalizar todo lo positivo que se refleje en salud y prosperidad para todos. En fin.

De Reojo
Plenamente convencido de que, los momentos tan aciagos por los que atravesamos exigen, contribución mediante la información veraz y oportuna, eso es lo que realmente “nos mueve” al exhortar a nuestros coterráneos para que acaten las instrucciones respecto del o los cuidados a seguir para evitar dañarnos o dañar a quienes queremos, sin dejar de señalar también, para no afectar a los amigos y a todo aquél que “pasa por nuestras vidas”. El observar a muchas personas y vendedores ambulantes en las calles, obliga a reflexionar en dos vertientes: La necesidad económica (porque viven “al día” y, la no aplicación de mecanism0s al respecto, sin temor a equivocación, constituyen “las dos caras de la moneda”. Quede claro que, lejos de autoerigirnos en agoreros, la realidad es palpable. . . Lo escrito en entregas anteriores. Las escenas que he visto de animales que “ni pensar” que se acercaran a los núcleos de población, hoy, nos envían un claro mensaje de “las vueltas de la vida” porque ahora somos nosotros “los enjaulados”. La madre naturaleza, desde hace década venía reclamando tanto daño. La contaminación, la polución y, ni que decir del “robo en despoblado” de áreas que, originalmente, albergaban a muchas especies de flora y fauna… Valga la expresión que esgrime Alberto Cortez cuando cita “En nombre de mi Dios, soy embustero, fanático, tirano y asesino” . . .

Compartir: