Detrás del Telón
“La mentira y la política suelen caminar juntas, son compañeras de viaje y no se estorban. Hay que mentir bien y conseguir que haya siempre un punto de verdad que esconda la mentira” Máxima en filosofía china. Iván Aguirre Aguilar iaguirreaguilar@yahoo.com Ante tanta simulación observada, la mejor manera de saber a ciencia cierta sobre lo […]
28 de noviembre de 2019

“La mentira y la política suelen caminar juntas, son compañeras de viaje y no se estorban. Hay que mentir bien y conseguir que haya siempre un punto de verdad que esconda la mentira”
Máxima en filosofía china.

Iván Aguirre Aguilar
iaguirreaguilar@yahoo.com
Ante tanta simulación observada, la mejor manera de saber a ciencia cierta sobre lo que pasa o acontece en un entorno lo es, contrastando la realidad con “los datos” que se aportan y, de ese modo, la ciudadanía habrá de conocer la verdadera situación que prevalece a su alrededor.

Estudiosos en la materia, han “abonado” con sus tratados y enfoques, coincidiendo en un punto, nada es capaz de “superar” a la realidad, pese a que se intente o pretenda engañar mediante “artilugios o “mecanismos” de difusión que se prestan en muchos de los casos a “maquillar la información” creyendo que, con eso “han logrado burlar la inteligencia de la gente”.

Si bien México o Tabasco no son, el primer país o Estado en el que “la mentira” sea “el pan de cada día” lo cierto es que, El político miente como podemos mentir todos. Lo que ocurre es que la mentira política tiene efectos más devastadores porque se miente a toda una sociedad.

La mentira crea desconfianza, distanciamiento, desasosiego. Un mentiroso en política hace un daño gravísimo. Cuando un político niega la evidencia pierde credibilidad y pierde votos. Lo efectos son irreversibles en cuanto a la decepción del respetable y, por ende, habrá de reflejarse en la contienda electoral siguiente, en la que, el votante le manifestará a quién o quienes le han fallado al pueblo que, ya no son garantes de esa confianza del respetable para continuar representando a una sociedad cada vez más consciente de lo que debe asumir en caso o casos de que no hayan resultados positivos en el quehacer gubernamental.

Y que conste que, la mentira –la que nos interesa a los tabasqueños- esa, data desde hace muchos años ¿o sexenios? Porque varias aristas no solo se han circunscrito a la entrega o no de obra o beneficio para la colectividad.

Baste citar el caso de la tan “mareada” Laguna de las Ilusiones. Ese cuerpo lacustre enclavado en la ciudad de Villahermosa (en la zona de Tabasco 2000 para ser más específico) ha recibido “inyecciones presupuestales” a fin de “rescatarla” pero que, en la praxis poco o nada se ha logrado con “el cometido” que se ha pretendido cumplir.

Las distintas “danzas de millones de pesos” que se han etiquetado como “programas integrales de rescate de ese importante pulmón de la capital tabasqueña” dan cuenta de los recursos que se han malgastado en ese sentido, sin dejar de citar que, el polígono original de la laguna (unas 365 hectáreas originalmente) hoy apenas son unas 120 hectáreas en las que, todavía se miran VERTEDEROS DE AGUAS RESIDUALES A CIELO ABIERTO “desnudando” el que nada se ha hecho para, realmente someter a quién o quienes han cometido ecocidio en contra de ese icono que “tanto nos enorgullece como villahermosinos”.

Durante su comparecencia ante los integrantes del Congreso del Estado, el titular de la Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático Mario Rafael Llergo Latournerie respondió cuestionamientos a pregunta expresa de los legisladores, externando que “la escenografía” que se presenta es “secuela” que “viene arrastrándose desde hace mucho” y, sinceramente, en buena parte, las circunstancias obligan a otorgarle la razón, no queriendo decir con ello que, las autoridades actuales habrán o tendrán que “tomar el toro por los cuernos” e implementar –ahora sí- acciones tendientes a revertir esos daños que van desde olores putrefactos, sin dejar de mencionar la muerte de muchas especies que aún cohabitan en ese entorno acuoso. En fin, el tiempo, como mejor juez será ese “parámetro social” para evaluar lo que se haga o no.

Por supuesto, ese es solo un ejemplo, lagunas, arroyos y cuerpos lacustres son muchos a lo largo y ancho del territorio tabasqueño. Que sirva de “descargo” el que también se tiene que “educar a la gente” en materia ambiental a fin de que, desde sus propias comunidades sean los primeros en vigilar porque se alcance el mejorar sustancialmente el hábitat tabasqueño. Qué decir del manatí!!!!

-De Reojo-
El Mexicano (el tabasqueño también) que a diario vive y sufre todo lo que pasa, ha comenzado ya a “no ser más “presa” de esos “distractores” que buscan “alejar la atención” de los distintos problemas que se presentan a diario. Ha iniciado ya, una especie de “cuenta regresiva” ante tanta inoperancia e ineficacia. . . . Lo peor de todo lo anterior es que, Tabasco, se supone, debía contar “con especial simpatía” desde el centro de la Nación, eso no es así. Nayarit, entidad que tiene mucho menos cantidad de habitantes y extensión territorial consiguió mucho más presupuesto que, prorrateado “per cápita” dista mucho de lo que se ha autorizado para este pequeño jirón del sureste de México. Lamentable ¿no lo considera usted así, estimado lector? . . .

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