Detrás del telón
“A veces no conoces el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en memoria” Dr. Seuss Iván Aguirre Aguilar iaguirreaguilar@hotmail.com Lejos de “pretensiones agoreras” respecto a los fenómenos meteorológicos que se avecinan en territorio tabasqueño, la memoria nos obliga a “remontarnos en el tiempo” y recapitular (desde luego que hay muchos factores muy […]
17 de octubre de 2019

“A veces no conoces el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en memoria”
Dr. Seuss

Iván Aguirre Aguilar
iaguirreaguilar@hotmail.com

Lejos de “pretensiones agoreras” respecto a los fenómenos meteorológicos que se avecinan en territorio tabasqueño, la memoria nos obliga a “remontarnos en el tiempo” y recapitular (desde luego que hay muchos factores muy diferentes que incidieron en ese entonces) a aquél año 2007 –de malos y terribles recuerdos para miles de villahermosinos, incluido el que esto escribe y su familia, al tener que abandonar la casa- ahora que se ha anunciado que, las precipitaciones (lluvias) se esperan .

Para “descargo emocional” el presente “viste otro panorama” en el que no se ven presas por encima de su nivel de aceptación.

Desde luego, las circunstancias a vivir, así lo prevé el servicio meteorológico, serán las de importantes niveles de agua por ese tipo de eventualidades.
Esa, sin temor a equivocación, será una de las verdaderas “pruebas de fuego” para los Gobiernos Estatal y municipal.

Se ha dicho hasta el cansancio que “el tabasqueño siempre ha vivido “bajo la cultura del agua” pero, lo cierto es que, muchos de los puntos que han influido en que cada vez se sufran inundaciones, en buena parte, se debe a que, los denominados “retenedores de agua” han sido destruidos, como en los casos de los bosques y selvas que “vienen o venían bajando” desde el Estado vecino de Chiapas.

A ello, habría que sumarle la terrible inconciencia de muchos ciudadanos que, de uno u otro modo se han constituido en “ecocidas” al arrojar desperdicios a cielo abierto o no contribuir siquiera a revertir el daño que se le ha causado al hábitat en la entidad y, desde luego, de manera particular a la capital tabasqueña. Y, si a eso, le agregamos al hecho de que la infraestructura con que se cuenta actualmente en Villahermosa y sus colonias, desde hace mucho tiempo, quedó obsoleta.

En ese sentido, Madians de los Santos Chacón, Secretario del Ayuntamiento de Centro, cuyo alcalde lo es Evaristo Hernández Cruz “puso el dedo en la llaga” al señalar con índice de fuego que, se lucha con lo que se tiene, razonando, de manera sensata y objetiva en lo tocante al desinterés de la población para no continuar “tirándole “un cerillito” más al “condenado a la hoguera”.

Evaristo Hernández Cruz, ha hecho hincapié en la enorme necesidad de adquirir equipo y, por completo cambiar la tubería que, desde hace más de cincuenta años “opera” en gran parte de la multicitada ciudad.

Todo lo que pudiera “aplicarse” sería solo paliativos a la situación. Los cuerpos lacustres – prácticamente “comidos” en más de la mitad de su “geografía original” han propiciado que, lo que antes fungía como “vaso regulador” hoy en día, haya sido autorizado para construir empresas o grupos habitacionales sin mediar previo estudio de factibilidad de uso de suelo, peor aún, sin la planeación exigida para evitar precisamente esos “encharcamientos” que se observan cada vez más en varios puntos de Villahermosa.

El rescate del entorno villahermosino por supuesto que exige un plan integral en el que se priorice un verdadero ordenamiento urbano. Desde siempre se dijo que “crecimos como un “pueblón” y no como una comarca modernista acorde a los nuevos tiempos.

Mientras no se haga lo antes citado, todo será en vano o, mejor dicho, será como “tirar dinero a la basura”. El tiempo –como siempre- será el mejor juez para colocar a cada autoridad en su lugar y habrá de contextualizar si se ha trabajado para entregar buenas cuentas o no. Es cuestión de esperar!!!

-De reojo-
Reducir prerrogativas a partidos políticos es, a decir de analistas y expertos, saludable por una parte, si es que realmente se quiere terminar con tanto dispendio de recursos que bien podrían ser destinados a obras y servicios. Hasta ahí –coinciden- eso se significaría en re direccionamiento sensato para la utilización de esos dineros en acciones que, se supone, estarían “encaminadas” a beneficiar a la población, el pero, subrayan seria que, si por una parte se busca el “ya no malgastar” se oculte un verdadero “interés sectario” con el insano propósito de “ahorcar a los adversario políticos” mientras que, la autoridad (ahora sí, como se ha dicho “está ejerciendo “el poder”) dedicara “esos ahorros” en “programas” con tintes clientelares. Ojo, eso es peligroso, porque el ciudadano de “a pie” ya no se dejar engañar tan fácilmente y en su momento habrá de responder. . . .

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