“He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto. Es un intento de colonización al otro”
José Saramago

Iván Aguirre Aguilar
iaguirreaguilar@yahoo.com
Si de algo he estado convencido desde mis años de infancia es de que, una de las máximas que debe “permear” en el ser humano debe ser, la tolerancia como medio de esa búsqueda de equilibrio para con todo y todos.

No me he permitido, tratar de “imponer modas o pensamientos” para con mis congéneres. Por el contrario, he aprendido que, la mejor manera de aprender; es escuchar con atención y de ese modo, sumar al acervo y sí, en su momento, es necesario aportar o contribuir, manifiesto, externo, señalo o propongo a consideración, sin creer que cuento “con la verdad absoluta (como nadie debe creer) respecto de situación o tema alguno.

Sin embargo, como “obrero de la información” llama sobremanera la atención el conocer las recientes modificaciones a los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución General de la República como textos a los que de uno u otro modo injiere la educación en México.

Hay aspectos que, poderosamente indican que, lejos de buscar priorizar el elevar el nivel de enseñanza e instrucción escolar “se esté abonando” el lado opuesto que se cincrunscribe justamente en un serio retroceso cuando refiere de manera particularizada al que “ todo niño de nuevo ingreso al nivel primario, con el solo hecho de “asistir a clases” con eso, bastará para ser “promovido” al grado siguiente, sin importar “un rábano” lo que haya o no aprendido el niño en su paso por el primer grado.

Profesores que han platicado con el que esto escribe, han señalado que “eso ha sido siempre” en franca alusión que, desde hace tiempo “se instruía a los maestros” a no reprobar alumnos para “no engordar las cifras de reprobados o desertores” lo que me obliga a recordar los años cuando Vicente Fox Quezada fungiera como gobernador de su natal Guanajuato y que “ordenó “cero reprobación” allá en esos lares de la Nación para “no caer en números rojos” en ese y otros renglones.

Tocante a los sindicatos del sector –y de otras ramas- saludable es, el que ya no se les permita a esos lidercillos y vividores seguir “llenando sus alforjas personales” muchos de ellos, porque desde siempre fueron esos “oasis de votos” dentro de un conglomerado que en gran número de sufragantes se fue decepcionando de los partidos políticos y “sus satélites” que solo les utilizaban para tiempos electorales.

En resumen, las leyes ya existen y cierto es que, las adecuaciones, modificaciones, derogaciones al texto de la Carta Magna que nos debe regir a todos por igual, debe responder con mejoras suntanciales a lo que se pretende “cambiar” o, de otro modo, tendríamos que parafrasear a la actriz Irma Serrano quién, en varias ocasiones –en tono burlón desde luego- gritara a los cuatro vientos porque “quería ser como la Constitución Mexicana “para ser pisoteada” .

-De Reojo-
Nada fácil para Evaristo Hernández Cruz, su primer año como alcalde de Centro. El edil de la comarca que incluye la capital Villahermosa “ha ido remando contra marea” a fin de conseguir cristalizar beneficios para con los representados. Algo que se le debe reconocer es que, lejos de “pretender culpar” a alguien, simple y llanamente se ha abocado a trabajar y a entregar dividendos positivos para los habitantes de Centro. En varias ocasiones ha dicho que, se llegó al encargo, gracias a las miles de personas que han brindado la confianza y lo que se debe procurar es “regresar” a la ciudadanía esa confianza manifestada en su momento en las urnas. Varios son los proyectos que “están en puerta” que, de concretarse, sin lugar a dudas catapultarían a Villahermosa dentro de esa modernidad que tanto exigen los nuevos tiempos. Se debe reconocer que, Evaristo Hernández está consciente de que, las limitaciones financieras no han sido obstáculo alguno para reordenar, re direccionar y en su caso programar para el año siguiente acciones que urgen como el cambio integral del sistema de drenaje de la ciudad, el alumbrado público, la electrificación de comunidades que aún carecen de ese y otros servicios mínimos. Hernández Cruz, producto del esfuerzo –así lo conocí desde nuestros años de primaria y secundaria- ha sido tenaz, perseverante, pero sobretodo “tozudo” y empeñado en “escalar peldaños en la vida” y la verdad es que, ya no es sorpresa el que haya llegado hasta donde está «por su linda cara” lo ha hecho mediante esfuerzo, dedicación y entrega en todo lo que emprende, . . . Un año ya. La gente tiene en sus manos “el pulso” no es necesari0 “aumentar o restar” la realidad es única e insoslayable. En otras palabras “lo que es, es; ni más ni menos” no lo cree usted así estimado lector? . . . .