Iván Aguirre Aguilar
“Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje”
Aldous Huxley (1894-1963) Escritor británico.
Lejos de todo discurso ramplón, que en nada abona al desarrollo y prosperidad de Tabasco, las autoridades en funciones, deben y tienen que “ponerse la pilas” a fin de aprovechar todos y cada uno de los potenciales que ofrece el Estado.
Poco o nada hemos sabido de declaraciones que versen en lo referente al denominado “segundo boom petrolero” para definir estrategias y programas, justamente para encaminar a la entidad a un mejor aprovechamiento de los recursos naturales que se extraen en suelo choco.
Es un hecho que, más que estudios, los resultados de exploraciones por parte de la Paraestatal Petróleos Mexicanos, muestran grandes yacimientos del llamado “oro negro” en tierras tabasqueñas, mismas que garantizan una “vida útil” de, por lo menos 30 años.
El Gobierno del Estado no ha dado muestras de saber a ciencia cierta lo que está aconteciendo en ese sentido.
Peor aún, no ha establecido los mecanismos de enlace con los protagonistas de la industria petrolera a fin de vincular, promover y crear esas fuentes de empleo que tanto se necesitan en éstos lares de la Nación, amén de la importante derrama de divisas para la consecución de obras que, a decir verdad, desde hace tiempo no son parte del “lenguaje del ciudadano de a pié” quién observa con tristeza una especie de parálisis gubernamental.
Necesario pues que, dependencias como SDET y organismos empresariales hagan lo propio para cristalizar detonadores económicos por el auge que se vislumbra en las próximas tres décadas.
Que la institución que representa David Gustavo Rodríguez Rosario asuma con vergüenza y responda con creces “su brillante designación” para que la encomienda a su cargo deje de ser un verdadero “elefante blanco”.
Que demuestre con resultados alentadores, la responsabilidad en ciernes.
Las cifras indican todo lo contrario a un despunte en cuanto a atracción de inversiones.
El saber que muchos empresarios que estaban establecidos en Tabasco, han decidido emigrar por varios factores, entre ellos la inseguridad, es clara muestra de que no se está haciendo lo correcto para, no sólo mantener la plantilla laboral actual, sino que, se logre convencer a mas inversionistas locales, nacionales y extranjeros.
Otro funcionario público que ha dejado mucho que desear en “su trabajo” es el Director de Turismo en el Estado.
Innecesario es citar su nombre, su gris actuación en ese importante renglón, se ha reflejado –para desgracia de Tabasco- en nada por celebrar respecto a la llamada “industria sin chimeneas” contrastando el desarrollo de la infraestructura turística de otras entidades que, sin ser, eminentemente turísticos, se las han ingeniado para crear atractivos en esas zonas, convirtiéndoles en polos importantes de generación de recursos económicos y la consabida creación de fuentes de empleo.
El funcionario en cuestión, eso sí, ha viajado a Europa, para placer personal y no para promover a Tabasco en foro alguno.
Su “obra magna” ha entrado en función al ofrecer al turismo casero “viajes ejidales” para “recreación de la población”
Imagínese usted –estimado lector- si con esa “visión” se trabaja en áreas como el turismo, el horizonte para nuestra tierra “luce muy promisorio” no lo considera así?
-DE REOJO-
Por enésima ocasión, la pregunta obligada es ¿Dónde carajos está Ovidio Chablé Martínez de Escobar? Al parecer se lo tragó la tierra. No quiero ni pensar lo que se produciría con su no castigo ante la contundencia de su denuncia. Ese y otros factores son los que, lamentablemente van creando un desánimo entre la clase votante al notar la abierta impunidad a delincuentes como Ovidio Chablé, quién, con toda la desfachatez del mundo “operó para el Gobierno” en la compra de conciencias o, mejor dicho de votos.. .. Desde luego, las instancias judiciales electorales habrán de emitir resoluciones (se presume que, a nivel local, todo “quede como está”) allá en el TRIFE, aunque también se percibe el temor a componendas o “instrucciones superiores” el fiel de la balanza podría inclinarse de uno u otro lado. Es cuestión de esperar. . . Mirar hacia atrás -en el tiempo- es, sin temor a equivocación, efectuar una especie de recaudo de emociones y sentimientos. Eso fue lo que vivimos al reencontrarnos, amigos egresados de la Generación 1975-1978 de la Escuela Secundaria Técnica 58. Recuerdos imborrables en nuestras vidas. . .
