Las autoridades francesas han desplegado más elementos policiales y también redujeron los horarios de transporte para enfrentar a los manifestantes.
El oficial de policía, que mató a disparo a un joven de 17 años que conducía a las afueras de París durante un control policial, fue acusado de homicidio doloso y ya en prisión preventiva este jueves. El agente, de 38 años y que no se ha develado su nombre, ha sido el responsable de asesinar a Nahel, que generó disturbios en varias zonas urbanas de Francia.
Los jueces instructores tomaron esta decisión siguiendo la solicitud del fiscal de Nanterre, Pascal Prache, quien previamente había solicitado que el agente de 38 años fuera acusado, ya que considera que el uso del arma contra el joven no se ajusta al marco legal. Prache también solicitó la prisión provisional del agente, quien además ha sido suspendido en sus funciones por el ministro del Interior.
La noticia del encarcelamiento llegó mientras se registraban disturbios en Nanterre y enfrentamientos entre las fuerzas del orden y algunos manifestantes que participaron en una concentración organizada por la madre del joven de 17 años fallecido, Nahel.
Durante la noche anterior, la policía detuvo a más de 180 personas y hubo 170 heridos entre las fuerzas del orden en ciudades del extrarradio de París y otras áreas urbanas. Los alborotadores incendiaron edificios públicos como ayuntamientos, escuelas, comisarías y tribunales, además de numerosos vehículos.
Con el fin de contener la situación, el ministro del Interior ha decidido desplegar en las próximas horas a 40 mil policías y gendarmes en todo el país, cuatro veces más que la noche anterior, así como ‘toques de queda’ no oficiales, donde el transporte público dejará de funcionar al entrar la noche.
Según el fiscal de Nanterre, el martes por la mañana, Nahel llamó la atención al cometer varias infracciones al código de circulación mientras conducía un automóvil sin licencia, lo que provocó una persecución por parte de dos policías en motocicleta. Cuando lograron detenerlo debido a un embotellamiento, los agentes apuntaron sus armas hacia él y le exigieron que apagara el motor. Sin embargo, en lugar de hacerlo, el joven aceleró y fue entonces cuando uno de los agentes le disparó a quemarropa en el pecho, causándole la muerte.
Inicialmente, el policía afirmó que había utilizado su arma porque Nahel representaba una amenaza para su integridad y la de su compañero, pero las imágenes captadas por testigos en el lugar de los hechos han demostrado que esta versión no se sostenía.