Representando una excelente opción para recibir a los visitantes nacionales y extranjeros

Jonuta
Carlos Palmeros
Corresponsal
Además del sol, arena y playa esta tierra está plagada de atractivos y paisajes naturales por el majestuoso río Usumacinta, representando una excelente opción para recibir a los visitantes nacionales y extranjeros en estas vacaciones de Semana Santa, informó el director de Fomento Económico y Turismo, Erik Álvarez Álvarez.
Explicó que esta geografía encierra y ofrece una gama variables de atractivos naturales y arqueológicos para que tanto estudiantes como personas y familias tabasqueñas y de otras latitudes pasen unas vacaciones inolvidables, empezando por el colosal “Mono Sagrado” que baña sus con aguas la región en su conjunto y en este se pueden realizar paseos en lanchas, competencias náuticas y para los aficionados a la pasca el afluente los recibe esplendorosamente.
En lo referente al aspecto cultural, abundó que la zona urbana cuenta con lugares y espacios culturales así como atractivos naturales vestigios que dejaron a su paso por estas tierras la cultura Maya, como es el “El Cuyo” es un montículo o cerro donde se aprecia la zona urbana y donde la viste se pierde en el infinito, ahí se es un lugar para disfrutar con la familia, en pareja y amigos de una ambiente agradable y único.
Este se ubica en la calle Nicolás Bravo, en el barrio abajeño, pasando a unos metros de distancia por la parte trasera el río Usumacinta, desde donde se puede apreciar la mística e histórica isla “El Chinal”, tierras que fueron defendidas hasta con al vida de miles de jonutecos del ejercito francés invasor que quiso apoderarse de estas, y que fue el primer ejido que nació en el estado.
De ahí nos trasladamos hasta el Museo Arqueológico que lleva el nombre de su director, el profesor Omar Huerta Escalante, que consta de varios espacios, ubicado en la calle Miguel Hidalgo, en el corazón de esta ciudad, donde se exhiben vestigios y diversos objetos de nuestros antepasados que habitaron en esta demarcación, siendo los primeros pobladores que poblaron el lugar que se encuentra enclavado en el delta que forma el majestuoso río Usumacinta.