Doña Gaba
Nunca conocí mujer más difícil. De carácter fuerte, no tenía trabas para hablar con la verdad.
Muere decepcionada de todos sus amigos políticos. Se sintió traicionada con aquellos que usaron su amistad, y que no fueron sinceros; porque cuando llegaron al poder, se deshumanizaron y se volvieron insensibles ante la pobreza galopante de una sociedad tabasqueña en crisis. Crítica severa de los desaciertos gubernamentales, no dejó pies con cabeza y parte de su vida la dedicó a flagelar con escritos de exquisita prosa y talentosa reflexión, aquellas decisiones que alejaban a los poderosos de todo precepto moral.
Como amiga: la mejor. Cariñosa, afable, sincera y, por supuesto crítica. Ella concebía la amistad con la verdad por delante. Mujer sin dobleces, no aceptó la hipocresía en ningún momento de su existencia.
Como madre, fue siempre adelante. Ejemplo de fortaleza y dignidad, vivió sin ataduras como un ejemplo para todos los que la rodearon en la intimidad de su vida.
Como intelectual y como tabasqueña, fue ejemplo de sabiduría, de capacidad e inteligencia. Su hermano muerto, Francisco Gutiérrez Lomasto, fue siempre una espina de tristeza, pero nunca ocultó con alegría su orgullo por él.
Como escritora fue una mujer trascendente.
Como periodista, recta, valiente y honesta.
Como colaboradora de Rumbo Nuevo, por su integridad, un orgullo, un privilegio y un ejemplo a seguir para siempre.
Como cronista de la ciudad, la mejor. Nunca la olvidaremos. Doña Gabriela Gutiérrez Lomasto de González. Descanse en Paz.