El director general del Cobatab, señaló que en torno a las quejas de que no les entregan las cuotas de los trabajadores al Sicobatab, los cheques están a disposición en las ventanillas

Luis Miguel Maldonado Falcón
Rumbo Nuevo
“Las acusaciones que ha hecho el Sindicato del Colegio de Bachilleres de Tabasco (Sicobatab) en mi contra, carecen de fundamento legal, son simplemente balandronadas de quien no ha demostrado ostentar el cargo que presume y de quien por supuesto detrás de él, esta José Ramón Díaz Uribe”, de esta forma señalo el director general del Colegio de Bachilleres de Tabasco (Cobatab) Jaime Mier Y Terán, en torno a las demandas que se presentaron ante la Procuraduría General de Justicia.
Mier y Terán señaló que en torno a las quejas de que no les entregan las cuotas de los trabajadores al Sicobatab, los cheques están a disposición en ventanillas de la Dirección General del Colegio de Bachilleres, para quien ostente el poder legal de dicho gremio.
Manifestó “hace un año nosotros hicimos una denuncia penal contra del dirigente del Sicobtab José Ramón Díaz Uribe, por enriquecimiento ilícito mismo que presumimos, generó con los propios recursos del Cobatab y de otras maniobras ilegales, por lo tanto desde entonces está prófugo y aún en libertad, este había emitido un poder notarial al ingeniero Mateo de la Cruz, para que llevara a cabo los trámites correspondientes del sindicato ante el Colegio de Bachilleres y posiblemente ante otras instancias, no lo sabíamos pero dicho poder otorgado con anterioridad, también con anterioridad había sido cancelado y estando prófugo de la justicia y privado de sus derechos, expidió un nuevo poder a Jaime Salazar Hernández trabajador rescindido del Cobatab por faltas”.
Por tanto dijo que ese poder carece de firmeza legal, porque esta otorgado por una persona privada de sus derechos constitucionales, de manera que no pueden hacer valido ese poder, por lo tanto no pueden entregar a esta persona recursos que no son ellos, sino de los trabajadores y están obligados a entregarlos a quien representa legítimamente los interés de los agremiados a dicho sindicato, por lo tanto hicieron un comunicado al sindicato, recibido curiosamente por el mismo Jaime Salazar en donde le notificaban que los cheques que le corresponde por las cuotas sindicales están a disposición de quien ostente el poder legal para retirarlo, están en la ventanilla y en cualquier momento y en horas hábiles se les puede entregar.
Añadió que otras de sus quejas es porque no se les entrega los recursos que se retiene a los trabajadores por las cajas de ahorro, donde estos han sido objeto de abuso por parte del propio sindicato, cobrándoles intereses que caen en el rango de usura, además de que no han limitado los montos de descuento, de manera que muchos de los trabajadores reciben por retenciones del sindicato 5, 10 o 15 pesos al mes por sus salarios, porque todo lo demás se les descuenta por los intereses de dichos créditos y que estos recursos no lo pueden entregar al sindicato hasta que, no hayan cumplido con la nueva normatividad que la ley dispone para las cajas de ahorros y cuando los tres sindicatos demuestren haber cumplido con esos requisitos de ley y habiendo exhibido, tales requisitos y firmen el convenio del contrato colectivo, se les entregaran los recursos, pero si en un plazo razonable no pueden cumplir con los requisitos señalados, lo que harán es regresar la retención a los trabajadores y dejar de cobrar la retención por caja de ahorro, porque no pueden suminístrales recibos a un fondo de ahorro que no cumple con lo que la ley manda.
Apunto que la tercera queja “es en relación a un terreno que fue producto de una serie de irregularidades, que posiblemente constituyan conductas fraudulentas y estamos en vías de que sea analizado por instancias judiciales, en donde de manera irregular se le otorgó de un fideicomiso de vivienda del Cobatab que tenía finalidades claramente establecidas en las reglas de operación y de manera irregular se le otorgó un cheque por 45 millones de pesos a José Ramón Díaz Uribe con el cual compro un terreno en una zona totalmente inundable, absolutamente impropio para construir y por lo tanto nunca se pudo construir vivienda”.