• El mandatario no debe cargar con los despropósitos de alcaldes
• Villalpando se ufana tener protección desde el Congreso local
• Edil deberá también pedir disculpas a Rosendo y a De la Vega

Antonio Caraveo Maldonado
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En el lomo. Cargar el gobierno de Adán Augusto López con el desaseo de los presidentes municipales no es saludable para su administración. No puede ponerse ese saco, sobre todo, existiendo evidencias de varios de ellos de su ineficiencia y de actos de corrupción.

Desde mayo del 2019, se esperaba el manotazo por la vía el Congreso local, pues se había dibujado desaparecer los poderes en dos ayuntamientos y una en veremos. Los empujarían a solicitar licencia y darle paso a los Concejos municipales.

Se fue diluyendo el tiempo y no pasó nada. Empero, las quejas de los ciudadanos no dejaron de crecer. Y en tiempos de crisis sanitaria, el inquilino de Palacio de Gobierno decidio actuar en consecuencia contra la ex alcaldesa de Jalapa, “Chona” Silván.

El golpe, además de poner nerviosos a cuando menos a seis ediles no es suficiente a los ojos de la población. Y no es por complacencia, observan el detrimento en varios ayuntamientos, tal es el caso de Macuspana, tierra del presidente López Obrador, mucho más peor al de Jalapa.

En tanto, el edil Roberto Villalpando mandó señales de tranquilidad a sus colaboradores cercanos de tener el respaldo desde de la Cámara de Diputados y tan es así, a su yerno David Zurita, lo siguió conminando para seguir haciendo proselitismo a la alcaldía en el 2021.

De ser cierto de tener protección desde el poder sería una mala señal. El cobro de factura en el 2021, no solo contaminaría ese municipio, pese de argumentar, de ver diezmado a sus opositores.

En las alturas, tiene bien claro, no puede darse el lujo de perder la capital del estado, Paraíso y Macuspana. Sin olvidar, el mandatario no tiene compromisos con ninguna autoridad municipal. Mucho mejor.

No deben perder de vista, no estará en la boleta su remolcador Andrés Manuel López, las arcas están desinfladas por el covid-19 y la caída de los precios petroleros. El golpe puede ser demoledor. No es conveniente buscarle chiche a la culebra.

De bajada
a) Ya bajada del poder la ex alcaldesa de Jalapa, no será suficiente. Se debe ir a fondo en su actuación, tal como exigen distintos actores políticos, si hubo desvíos de recursos a la hacienda municipal. Dejarla ir así nada más, estarían actuando como en otros sexenios. Perdonarla para disfrutar de los bienes mal habidos sería como una mentada de madre al pueblo de Jalapa. La Concejal Martha Elena López y el Congreso local, vía el Órgano Superior de Fiscalización (OSF), a ver sin por fin despiertan los de Morena, indaguen sin titubeo sí hubo quebranto.

b) Cuando la edil de Cunduacán, Nidia Naranjo salió a señalar sin ton ni, calificando de misógino al dirigente del PRI, Dagoberto Lara, no lo hizo en defensa de las féminas. Aprovecho la coyuntura para congraciarse con el gobierno en vista de sus críticas del priista al poder. Debió dar marcha atrás y pedir disculpas. Más adelante se verá si también pide disculpa al empresario de Energy Solutiones y dos funcionarios de gobierno, a quien acusó de estar manchado de corrupción el contrato con el ayuntamiento de Cunduacán para instalar ocho mil lámparas, aprobado por la Cámara de Diputados, cuando presidía la Junta de Coordinación Política, José Antonio de la Vega y también era legislador Marco Rosendo Medina, a quienes acusó de corruptos por haber aprobado en el pleno ese contrato. Fue la receta dada por Naranjo al contratista, en uno de sus encuentros para la solución. Hoy el tema está en la cancha de Jorge Abdó. De no favorecer el falló van a ir a las siguientes instancias judiciales, donde dejarían en ridículo a la presidente municipal y se le obligará a cumplir las estipulaciones del contrato. Se aceptan apuestas.