“Establecer una meta o un
propósito central claro, es el
punto de partida hacia el éxito”
Brian Tracy

Enrique Muñoz González
cayuco7@hotmail.com

Lo que parecía complicado al final de cuentas resultó mejor de lo esperado, nos referimos a la aprobación de la nueva Ley de Transportes,  por las guerras de descalificaciones las cuales  se hicieron días antes en diferentes espacios noticiosos, por un grupo de transportistas reclamando la preservación de canonjías a las que se acostumbraron teniendo el respaldo de algunos diputados priistas, previéndose un escenario difícil sin embargo, las negociaciones emprendidas al más alto nivel fructificaron en forma positiva.

Sin lugar a dudas los artífices de éste logro han sido José Antonio de la Vega Asmitia Secretario de Comunicaciones y Transportes, así como Neyda Beatriz García Martínez presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, al lograr acuerdos y consensos con los verdaderos transportistas, informándoles de los alcances y bondades de la  nueva Ley de Transportes; de este modo se pudieron conciliar las diferencias que parecían insalvables, para lograr la votación unánime de todos los diputados.

Era obvio,  los diputados priistas  estaban en contra de la iniciativa, tenían que montar un escenario, lucharon  hasta el final para sacar adelante sus propias propuestas, lo que importó sin duda  fue el resultado contundente de la votación; de las payasadas de Roger Arias García ya nadie se sorprende, así es su naturaleza, oponerse a todo de manera sistemática, a pesar que es diputado por negociaciones políticas, pues  por méritos jamás le hubieran dado esa oportunidad de llamarse, representante del pueblo.

Los acuerdos entablados por  José Antonio de la Vega y Neyda Beatriz García se hicieron con responsabilidad, ejerciendo una labor de cabildeo con mucha finura, lejos de avasallar, porque era quizás la opción más sencilla para sacar adelante esta ley, se les explicó con detalle cada inquietud y dudas que algunos diputados y transportistas tenían con la iniciativa del Ejecutivo. Se hicieron los ajustes que se consideraron pertinentes, para que al final de cuentas se aprobara la ley , la cual está  a la altura de las circunstancias del estado.

En resumidas cuentas, ha sido el usuario el ganador absoluto con la aprobación de la Ley de Transporte, se definen con claridad las atribuciones que tienen los concesionarios y permisionarios en la prestación del servicio y las sanciones a las que se harán merecedores cuando no cumplan; las medidas para castigar el pirataje y renovar en forma permanente las unidades son las adecuadas, permitirán  tener un parque vehicular moderno en congruencia con el costo de las tarifas establecidas actualmente.

Ahora le corresponde a Pepetoño de la Vega ser magnánimo, debe salir a buscar a los inconformes y sanar las heridas que se generaron en este debate previo a la aprobación de la ley; no le conviene a nadie se mantenga una confrontación estéril con aquellos que se mostraban reacios al cambio de marco jurídico al transporte; sin meterse a ver partidos o religiones, sin filias ni fobias, debe armonizar con todo el sector para preservar la estabilidad social del estado y todos sigan trabajando con responsabilidad.

Si bien es cierto Pepetoño de la Vega admitió,  no conocía a fondo el sector del transporte cuando asumió el cargo, también expresó  le entraba al reto de modernizarlo y lo está logrando, porque vaya era difícil poner orden al ser del dominio público,  las transas y cochupos eran  pan de cada día en esa dependencia para que los transportistas pudieran seguir operando con impunidad en perjuicio del usuario. Las cosas ahora son  diferentes, debe haber  respeto a todos y se regirán por una ley la cual sin duda beneficiara al ciudadano.

En un año y 10 meses Pepetoño de la Vega entrega buenas cuentas, el reto que sigue es aplicar la Ley de Transportes sin titubeos, sin embargo, por la trascendencia que reviste haber logrado este objetivo con la votación unánime de los diputados, podemos considerar, vienen nuevas encomiendas para el funcionario estatal. La confianza que le tiene el gobernador Arturo Núñez Jiménez es de tal magnitud, que no descartemos verlo al frente de nuevas acciones en respaldo a las estrategias que impulsa el llamado Cambio Verdadero.

La Piragua
El político carroñero Nicolás Bellizia Aboaf, llamado así por el propio Secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong, por haberle pedido ser el delegado de SEDESOL cuando aún no sepultaban a Same Yabur Elías, es también conocido en el mundo mundial de la política como el más chismoso. Les platico, cuando ya lo habían nombrado en un alto cargo de Pemex al inicio del gobierno federal, le dio por contárselo a medio mundo, presumiendo una amistad  con Luis Videgaray, cierta pero exagerada en la vendimia de la bisuteria politica.

La versión llegó a oidos  de Carlos Romero Deschamps el líder sindical petrolero, convirtiéndose este presunto nombramiento en un problema para el Secretario de Gobernación , pues estaba dentro de la lista de acuerdos con el sindicato quedando nulificado. Pero como la suerte está con los mapaches electorales como lo es Nicolás, lo perdonaron y después que lo corrieron de Coahuila por delincuente electoral, pretendió ser delegado del ISSSTE en la entidad, lo había logrado de nuevo, pero por andar de nueva cuenta de chismoso ya con el nombramiento en la mano por enesima vez, se lo sacaron de la bolsa.

Ahora despacha como delegado del INFONAVIT, siempre se le identificó como el publirrelacionista principal de Andrés Granier; presume tener amistades de funcionarios de primer nivel del presidente Enrique Peña, por eso sigue en la nómina a pesar de los antecedentes que dejó como delegado de SEDESOL en Coahuila. Está utilizando  el cargo que tiene para hacer campaña, anda de chismoso diciendo que volverá a ser legislador, aunque no tenga mérito alguno, pero bueno es amigo del Secretario de Hacienda según presume.