Cuadro invaluable de Paul Cézanne que tiró John Maynard Keynes
Así como el barrio Bloomsbury en Londres, Charleston Farmhouse quedó asociada para siempre con el grupo de artistas, escritores e intelectuales que, se decía, «vivían en manzanas, pintaban en círculos y amaba en triángulos». «Si quieren bajar a la carretera, encontrarán un Cézanne justo detrás de la verja», anunció John Maynard Keynes al entrar a […]
3 de agosto de 2020

Así como el barrio Bloomsbury en Londres, Charleston Farmhouse quedó asociada para siempre con el grupo de artistas, escritores e intelectuales que, se decía, «vivían en manzanas, pintaban en círculos y amaba en triángulos».
«Si quieren bajar a la carretera, encontrarán un Cézanne justo detrás de la verja», anunció John Maynard Keynes al entrar a Charleston Farmhouse, en el sur de Inglaterra, en medio de la noche del 28 de marzo de 1918.
Quien llegaría a convertirse en el economista más influyente del siglo XX y sentaría las bases de la macroeconomía moderna estaba exhausto.
Llevaba unas 24 horas viajando desde Francia, después de asistir a la que debe haber sido una de las subastas de arte más peligrosas de la historia.
Por fin había llegado a la emblemática finca Charleston, que era sitio de reunión del círculo de Bloomsbury, el grupo de intelectuales que tuvo gran influencia en la literatura, arte y política en el siglo XX.
Su excéntrico saludo estaba dirigido a un grupo de amigos que eran parte de ese legendario clan, que se dedicaba al pensamiento y al amor libre y, como Keynes mismo más tarde lo expresó, a «la creación y el disfrute de la experiencia estética».
Ciudad de México
Agencias

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