Crónica. Vuelve la mula al trigo
Los tabasqueños se pasean como si no figurará el estado en los indicadores como los más afectados por el coronavirus Luis Enrique Martínez Rumbo Nuevo Pasada la tregua solar, vuelve la mula al trigo: aunque con cubrebocas, por las calles y Centro Histórico de Villahermosa aparece un flujo vehicular y deambular de personas como si […]
29 de abril de 2020

Los tabasqueños se pasean como si no figurará el estado en los indicadores como los más afectados por el coronavirus

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Pasada la tregua solar, vuelve la mula al trigo: aunque con cubrebocas, por las calles y Centro Histórico de Villahermosa aparece un flujo vehicular y deambular de personas como si Tabasco, Villahermosa o el municipio de Centro, no figurarán en los indicadores nacionales con comunidades más afectadas por el Covid19.
Afuera de los bancos, cola; comercios no esenciales, abiertos; vaivén de jóvenes empleados temporales de Telcel en el Parque Juárez; por la calle Juárez, un comerciante sobre una mantel de plástico vende bisutería; en el enrejado de la Catedral de Tabasco, una mujer reza de hinojos…un zapatero, ubicado cerca del mercado de la Sierra (Gregorio Méndez), con martillo de remedón, leznas, tenazas de montar y…continúa en su actividad diaria sin mascarilla, como si la pandemia del coronavirus no existiera.
En el entronque de la calle Esperanza Iris con periférico Carlos Pellicer Cámara, un par de patrullas restrinje el paso a un solo carril hacia el corazón de Villahermosa; no obstante, en la glorieta del Reloj Floral, el congestionamiento vehicular raya en los días habituales de calor y sol. Hacia el sur de la ciudad, «la vida sigue igual».
Obviamente, son señales de la cuarentena. Emociones encontradas cuyo resultado, según estadísticas oficiales, impacta en violencia de género contra la mujer. A todos, sin embargo, el alargado confinamiento provoca incertidumbre, preocupación, ansiedad, impotencia, impaciencia, inquietud, vulnerabilidad, fastidio, inseguridad, miedo, frustración, aburrimiento, desmotivación, temor, tristeza, agobio, desánimo, desesperación, enojo, inestabilidad, fragilidad, desconfianza, soledad, desaliento, pesimismo, depresión, desesperanza, etcétera, etcétera.
Todas esas emociones negativas enumeradas por estudiosos de la sicología en tiempos como los que vive la humanidad desde el mismo inicio del año, difícilmente encuentran su antídoto positivo en la calle: cariño, empatía, amor, solidaridad, unidad, gratitud, compasión, fortaleza, estima, tolerancia, confianza, esperanza, control, felicidad, valentía, optimismo, paciencia, ilusión, calma, armonía, alegría, serenidad, templanza, seguridad, entusiasmo, paz, diversión, etcétera, etcétera.
Al oriente de Villahermosa, no es necesario llegar a la zona habitacional de Ciudad Industrial, decenas, cientos de hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos, incluso, rodean, están o pasan por la Unidad Médica Familiar del Imss No. 44. Eso sí, la mayoría porta tapabocas, algunos hasta con caretas de vinil tipo soldador, luego de bajar o antes de abordar una unidad de pasajeros en una estación que no pierde congestionamiento y anarquía a pesar del coronavirus.
En ese punto de reunión público, hay de todo: vendedores formales e informales; con el recrudecimiento solar y la temperatura ambiente al alza, el comercio de bebidas de elaboración casera —agua, matalí, jamaica, horchatas, limón, naranja…—, queda a criterio y bolsillo de los vecinos de colonias populares y zonas residenciales —¡claro que en estos lugares también hay afiliados al servicio médico público!—, que acuden o pasan por el sitio no obstante el llamado a quedarse en casa.
A la izquierda de esa zona, habitantes de la colonia Tierra Colorada no marcan diferencia: también usan cubrebocas —hay quienes lo cuelgan del cuello como esperando al coronavirus para usarlo como se debe, comenta, en broma, Francisco Cubas Jiménez, periodista de investigación—, pero de distintas formas y maneras desobedecen la restricción de la emergencia sanitaria.
También los automovilistas desafían las medidas disponibles para disminuir la pandemia. En la víspera, la Secretaría de Mobilidad sancionó a más de 194 infractores. Pero en el transcurso de las últimas 24 horas, la probabilidad es al alza tal como podría ocurrir con el registro de contagiados positivos y de fallecidos por obra del virus que no se ve pero está en todas partes. ¿Un virus trinitario?
Faltan horas para que comience la dispersión de la quincena al aparato burocrático. Pero ese «elefante pesado» al que frecuentemente se refiere el presidente Andrés Manuel López Obrador, seguramente será una liebre yendo por las calles de Villahermosa. Ojalá no sea así pero…
Alguien, sin embargo, debe reparar en la reflexión que acuñó Albet Camus (1913—1960) en La Peste: «No existen destinos individuales, sino una historia colectiva, que es la pandemia y los sentimientos compartidos por todos».

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