Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Durante las movilizaciones magisteriales de 2013 en contra del secretario de Educación, Rodolfo Lara Lagunes, los propios protagonistas de esas manifestaciones difundieron un diálogo callejero que al pasar los años se ha sumado al anecdotario urbano. Se trata de la respuesta de una anciana profesora a un joven homólogo que al verla sofocada y a punto del desmayo, le ofreció el socorro a la altura del Instituto Juárez.

«Si es en polvo, ¡mejor, hijo!», suplicó, angustiada, pero entre broma y veraz, la profesora.

Mientras el contingente magisterial continuaba su paso hacia el zócalo villahermosino, el puñado de profesoras que a la voz de ya había evitado la caída de la educadora al pavimento hirviendo de la avenida 27 de Febrero, no ocultó el jolgorio que originó en ellas la respuesta de la sexagenaria al ofrecimiento del compañero educador para superar el golpe de calor: «Maestra, ¿le traigo una coca…?»

La leyenda en cuestión confirma que la picardía mexicana no tiene edades, tampoco estrato social. Ahora mismo, con la pandemia del coronavirus están saliendo expresiones que revelan las emociones y sentimientos de la población desde el confinamiento familiar. Una de ellas, cuestiona continuamente la presencia de hombres y mujeres no obstante los indicadores nacionales que ubican a Tabasco entre las primeras entidades con más muertes y contagios por cada 100 mil habitantes.

Quienes condenan la alevosía humana al soslayar la recomendación de las autoridades sanitarias para contribuir a la disminución o el aplanamiento de la curva de la pandemia quedándose en casa, antes que lo reciban, atajan el golpe: «Quizás pregunten ¿qué hago afuera? Salí por una urgencia», refieren durante el video que gravan a través de dispositivos móviles mientras van conduciendo cualquier tipo de vehículo.

«¿De cuál fumaste?», suelen soltar los jóvenes del barrio cuando escuchan o ven expresiones o actitudes anormales entre sus conocidos. «¡Maldita piedra!», gritan si el interpelado se hace del desentendido como ahora sucede con quienes persisten en arriesgar el pellejo fuera del recogimiento familiar.

No son pocos los que están cuestionando la desobediencia a la emergencia sanitaria. Menos aquellos que cuestionan a los cuestionadores. «El obispo de Constantinopla….», reseña el trabalengua ya en desuso entre las generaciones digitales… Entre los descontantinopolizadores están los conductores de los 1, 473 vehículos que tan sólo este fin de semana fueron agarrados fuera de base en los filtros sanitarios dispuestos por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en diversos accesos al Centro Histórico de Villahermosa.

El sábado 23 y domingo 24, el comercio formal e informal del municipio de Centro no cerró sus puertas como si lo hicieron sus pares en el resto de las 16 demarcaciones de la entidad. Si la medida adoptada por estos ayuntamientos fue un éxito, el indicador de contagios hablara por sí. Mientras se oficializa el resultado, este lunes 25 el cabildo de la comuna a cargo del regidor Evaristo Hernández aprobó la suspensión de actividades en las 22, 790 unidades económicas establecidas en la demarcación sede de los tres poderes del Estado y de la capital de Tabasco, Villahermosa.

Serán tres fines de semanas consecutivos sin actividad comercial en el municipio de Centro. Pero en realidad, por los dos próximos –este último de mayo y el primero de junio–, la medida impactará en todo el estado. La excepción será el sábado 13 y domingo 14 del mes venidero porque durante este fin de mes y el siguiente fin de semana, los 16 municipios que iniciaron la suspensión concluirán la restricción que aplicaron recientemente.

La anunciada paralización comercial incluye a más de 59,973 unidades económicas instaladas en toda la entidad. Centro, Cárdenas, Comalcalco, Macuspana y Huimanguillo, con más de tres mil comercios, según el Inegi, son los municipios con mayor actividad comercial. Si el operativo funciona, es probable que disminuya la cantidad de contagios y decesos por coronavirus cuando ya la Jornada Nacional de Sana Distancia haya terminado y miles de familias resalgan a refrescarse a los espacios públicos climatizados donde la probabilidad del rebrote de la pandemia estará presente…

–¡Ola, lá…!–, revirará la palomilla de El Submarino…