La sonrisa afable se dibuja en medio de la ovación que recibe al magistrado Enrique Priego Oropeza al recinto legislativo. Es un aplauso común que anuncia la reanudación de la sesión solemne convocada para que el presidente del Poder Judicial de Tabasco, rinda su quinto informe de labores a la soberanía.
De pie ante sus curules, 29 diputados —de las seis inasistencias, dos fueron justificadas—, participan en la ya tradicional vuelta de salutación.
Arriba, en la primera fila del auditorio, está José Ramiro López Obrador, hermano del presidente Andrés Manuel, en representación del coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación de Tabasco, Javier May Rodríguez. Y con él, César Raúl Ojeda Zubieta y Juan José Peralta Fócil.
Al otro lado de la columna de la derecha, también en primera fila, la señora Mercedes Segura de Priego y sus hijos Enrique y Gualy (Guadalupe) Priego Segura, con sus cónyuges y hijos.
A la reunión también han llegado el coronel Antonio Manuel Martínez, representante del general de brigada, diplomado de Estado Mayor, Héctor Francisco Morán Sánchez, comandante de la Zona Militar 30; así como el comandante de la V Regional Naval, almirante José Barradas Cobos y el general Rubén Darío Díaz Esparza, comandante de la 38 Zona Militar, además del coordinador de la Guardia Nacional en Tabasco, comisario Miguel Ángel Aragón Vázquez.
Confundidos entre funcionarios del gabinete estatal como Egla Cornelio Landero y Carlos Enrique Iñiguez Rosique, están los ex magistrados Jesús Madrazo Martínez de Escobar, Francisco Peralta Burelo, Guadalupe Cano de Ocampo, Rodolfo Campos Montejo y Guillermo Narváez Osorio, actual rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, entre otros como Jorge Abdo Francis.
Veinte y dos minutos después de iniciada la sesión a las 11:22, el presidente de la mesa directiva cede la tribuna al invitado. Don Enrique Priego Oropeza se pone de pie, y en sus manos aparece el documento que leerá a la soberanía durante 27 minutos. En ese lapso es interrumpido por palmas sonoras y prolongadas, una decena de veces.
«Acudo a esta tribuna, ante los representantes del pueblo, a cumplir con un deber ineludible en los gobiernos democráticos de dar cuenta a la sociedad del ejercicio de las atribuciones que nos tienen asignadas en el sistema de impartición de justicia de Tabasco», introduce en un discurso que resultó una verdadera lección de política y administración de justicia.
En tono didáctico, el magistrado Priego Oropeza pasó de los principios históricos de Juan Jacobo Rousseau a la carta magna de 1917 de México, sin omitir la actividad y relación de los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Para legos, lección práctica de derecho mezclada con el legado de Ulpiano.
«Dar a cada quien lo que corresponda significa que ni los intereses ni las circunstancias impidan al juez encontrar la verdad en cada caso y entregar lo suyo, a cada una de las partes. Al culpable, la sanción que le corresponde y al inocente la libertad y la rehabilitación social. Reconocer su derecho a cada quien, no sólo es un acto de justicia individual, sino el camino a la paz y a la armonía social», sentenció.
Se refirió a los avances de la legislación judicial en México y Tabasco, en particular a la difusión del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, pero sin omitir la autocritica:
«Es necesario, sin duda, seguir mejorando la actuación de los jueces para obtener mejores resultados en el proceso penal», reconoció, pero… «Y no me olvido de la defensa…Defensores que no investigan, que no preparan su intervención, que, salvo su presencia, nada aportan, sino sólo esperando el milagro de que el fiscal se equivoque para ganar la batalla sin hacer un sólo disparo».
Antes de recibir el agradecimiento y reconocimiento por su reelección como titular del Poder Judicial, del diputado Contreras Martínez de Escobar y tomarse la fotografía del recuerdo con el pleno encabezado por el diputado Jaime Humberto Lastra Bastar, el magistrado Priego Oropeza coronó su intervención con una frase para la posteridad:
«Queda claro, el procedimiento penal es un todo, donde fiscales, asesores, defensores y jueces deben realizar en forma eficiente la función que les corresponde, y si alguien falla, pierde la justicia».
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
