Crónica Legislativa. Cempasúchil
Un varón de complexión delgada, vestido de negro y enmascarado, asomó por la puerta principal de la Cámara de Diputados. Bajó la escalera. Y, sin empacho, declaró a la prensa nombre y apellidos antes que se difundiera la instalación de un altar de ¿muertos? al pie del mural Heredarás el Universo de Montuy. En la […]
27 de octubre de 2021

Un varón de complexión delgada, vestido de negro y enmascarado, asomó por la puerta principal de la Cámara de Diputados. Bajó la escalera. Y, sin empacho, declaró a la prensa nombre y apellidos antes que se difundiera la instalación de un altar de ¿muertos? al pie del mural Heredarás el Universo de Montuy.

En la fotografía que subió la unidad de información al ciberespacio, muestra a 31 de 35 integrantes de la Legislatura 64 al Congreso local posando a los costados del montaje alusivo a la tradición mexicana del Día de Muertos. En la imagen se aprecia que el amarillo intenso de la flor de cempasúchil opaca la felicidad de los representantes populares que acudieron al recinto para desahogar las ya acostumbradas dobles sesiones de los miércoles.

Se supone que la conmoración anticipada no fue por imposición de la mercadotecnia sino a la «apretada» agenda semanal de los representantes populares. De todas maneras, el colorido altar elaborado por Víctor Manuel Carlos Cornelio —el catrín que como tal se presentó a la prensa y, desenfadado, caminó por la calle Independencia—, rindió homenaje a dos trabajadores recién fallecidos: María Bautista Hernández y Luis Enrique Torres López.

De ellos eran las fotografías que destacaban entre velas, veladoras, papel picado y las flores de cempasúchil regadas como en jardín esperando la quema del estoraque bajo la obra monumental que plasma las primeras transformaciones de México: la independencia, la reforma y la revolución…

Porque Daniel Montuy Ponce murió el 13 de abril de 2005, por supuesto que ni pensaba en la Cuarta Transformación de México aunque cuando elaboraba el mural (1992-1994) vio el arribo de la primera camada de diputados locales surgidos de la lucha democrática que en Tabasco comenzara el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador en 1988: Alberto Pérez Mendoza, Darvin González Ballina, René Alfredo Brondo Bulnes, Rubén Priego Hernández y Minerva Pérez.

De esa histórica Legislatura 54 queda más que el recuerdo: el inicio de la demolición del monolítico PRI hasta reducir su representación legislativa a un puñado de militantes que, ahora, diez periodos después, tiene a Soraya Pérez Munguía como golondrina al rescate de un verano perdido…

Como la actual coordinadora de la bancada priista, están los diputados del PRD y de la unilegisladora del MC, Casilda Ruíz Agustín: no dejan pasar asamblea que no suban a tribuna para cuestionar iniciativas públicas de los poderes Ejecutivo Federal y Estatal que en otros momentos de su carrera política, aplaudieron.

Además de presentar puntos de acuerdos, exhortos e intervenir en asuntos generales, las dobles jornadas de la Legislatura 64 no dejan de ser la pasarela de políticos de bajo perfil que aún no le agarran el hilo a la madeja parlamentaria o que enseñan más defectos que habilidades para trascender la historia del Poder Legislativo.

Basta con ver y escuchar a través de las plataformas digitales oficiales a Norma Araceli Aranguren Rosique, Joandra Montserrat Rodríguez Pérez, Juan Álvarez Carrillo, José Pablo Flores Morales, Diana Laura Rodríguez Morales… para saber que esos botones no dan color, ni olor…

De ahí que este miércoles el recuerdo de los «fieles difuntos» fuera socorrido para elaborar otra crónica a la distancia porque aún los reporteros no tienen acceso a las sesiones parlamentarias. Predominan las percepciones desde los pasillos de la calurosa Plaza de Armas.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo

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