Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Fue la primera en llegar al Salón Villahermosa, pero por cuestión de formato, Minés De la Fuente, firma el Compromiso por la paz convocado por la Diócesis de Tabasco, después de Javier May y Lorena Bourregard, y antes de Juan Manuel Fócil Pérez, quien resulta el último en suscribir el documento.
¿Por qué reaccionar ahora y no después de que Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico, el 6 de diciembre de 2006? Gerardo de Jesús Rojas González, décimo tercer obispo de Tabasco, voltea hacia el reportero. Responde que «se actúa desde hace dos años» cuando «asesinaron a los jesuitas», el 22 de junio de 2022, Javier Campos y Joaquín Mora en la parroquia de Cerocahui, Chihuahua.
Jesús Antonio Sibilla Oropeza, titular del programa de análisis A fondo en la emisora XEVT, abandonaría el inmueble del «histórico evento» —tal como diría el sacerdote Denis Ochoa Vidal al introducir la ceremonia «solemne», consideraría el animador—, tras las primeras firmas. Y los candidatos a gobernador, también se han retirado, sin encontrarse. Por cuestión física, el ex rector Jorge Abdo Francis, es de los últimos testigos de la reducida sociedad civil que atestigua el cerco de la prensa a monseñor Rojas González.
Ya no aparece tampoco, Erick Peláez Ruiz, quien nativo de Jalapa, se presenta como vicepresidente nacional de la agrupación Jóvenes Empresarios de la Concanaco. Así dice la tarjeta de identificación que entrega al candidato de la coalición Sigamos Haciendo Historia en Tabasco cuando lo aborda para solicitar audiencia. «Con Fernando, ponte de acuerdo», sugiere el aludido en referencia a su vocero Fernando Vázquez.
«Ahí, en la conferencia de los domingos puedes preguntar lo que quieras al señor obispo», recomienda Roberto Sánchez Cabrera, responsable de la pastoral de comunicación de la Diócesis de Tabasco, al solicitar los trámites para entrevistar a Rojas González. «No sé, él decidió así, es su idiosincrasia», evade cuando se le recuerda que en trece años el jerarca de la iglesia católica en la entidad si acaso a concedido un puñado de entrevistas a medios de comunicación.
Intercalando el Concilio Vaticano II entre el decálogo de propuesta del Compromiso por la paz —que tiene como grandes temas El tejido social, La seguridad, Justicia, Las Cárceles, Los Adolescentes, La Gobernanza y los Derechos humanos—, Ochoa Vidal había definido que «la paz jamás es una cosa del todo hecha, sino un continuo quehacer».
Es lo que entiende Javier May, quien después de la breve intervención del anfitrión, quien celebra el acontecimiento en «tiempos de pascua», reclama que el documento a firmar no incluya el anexo presentado por la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo a la Conferencia del Episcopado Mexicano, el pasado 11 de marzo. «Es fundamental para nosotros», dice.
No es el único en hacer ese tipo de observaciones. Lorena Bourregard, la candidata de la alianza PRI—PAN, aprovecha la presencia de medio centenar de medios de comunicación, y declara no tener ninguna «diferencia, ni crítica a la descripción que se hace en este documento», pero en el curso de su exposición arremete contra los organizadores por «inequidad» de la presentación discontinua.
—Antes de dos años ya estaba alborotado el avispero, la descomposición social viene de 2006—2007…—, se trata de aclarar a Rojas González en la entrevista colectiva detrás de la mesa donde se ha firmado el Compromiso por la paz en Tabasco.
El obispo 13 de Tabasco, atiende otras preguntas: «¿Qué opinión le merece…?»
