Crónica: Gonzalo González Calzada, feliz en su homenaje
*Su nombre al Centro de Desarrollo Cultural de la DACS *Está el CDC entre el mango, la ceiba y el hule, poetizó *Homenajes en vida a tabasqueños en esa División UJAT Por Erwin Macario Rumbo Nuevo Gonzalo González Calzada, médico, escritor, ciudadano y militante de una sola convicción, maestro por más de 50 años en […]
7 de septiembre de 2019

*Su nombre al Centro de Desarrollo Cultural de la DACS
*Está el CDC entre el mango, la ceiba y el hule, poetizó
*Homenajes en vida a tabasqueños en esa División UJAT

Por Erwin Macario
Rumbo Nuevo
Gonzalo González Calzada, médico, escritor, ciudadano y militante de una sola convicción, maestro por más de 50 años en la medicina, en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), puede darse el lujo de decir en voz alta “me declaro persona feliz, es difícil arrepentirme de, como dice la canción famosa, haber vivido a mi manera”.

Y así, directo, lo dijo ayer viernes en la Escuela de Medicina, de la División Académica de Ciencias de la Salud (DACS), de la UJAT, en el homenaje que esa institución universitaria le hizo por sus más de 50 años de docencia —y decencia, diría el cronista— en el ejercicio de ser hombre.

La DACS, así, ha reconocido a médicos que le han servido o han destacado como profesionales y en otras ramas del quehacer humano. Recientemente se homenajeo al doctor Eduardo Pedrero Bocanegra, y el cronista recuerda que a Bruno Estañol, eminente neurólogo y escritor de novelas y cuentos, como Gonzalo G González, también la UJAT le rindió homenaje en esas instalaciones de Medicina.

Homenajes, reconocimientos que se dan en vida y para la vida de esa institución. Esta vez, ayer viernes, fue la develación de la placa con la que se inmortaliza su nombre en el espacio geográfico donde pasó —y no quiere despegarse dijo la directora de la divisón académica— la mayor parte de sus 80 años. En su honor se ha creado el Centro de Desarrollo Cultural de la DACS.

El CDC —como el propio homenajeado lo identificó en su discurso de agradecimiento— se encuentra dentro de un conjunto de edificaciones “en torno al árbol de mango, gigante que nos sorprende cada primavera con la lluvia dorada de sus frutos, acompañado, más allá, por el majestuoso árbol de hule con su tupida barba en permanente crecimiento, teniendo junto a su joven compañera la ceiba en lucha consante contra la poda, en su desesperado deseo de alcanzar el cielo”, según poetizó en su breve discurso el doctor Gonzalo González Calzada.

Y se dio otros lujos. La hizo de cronista de la Escuela de Medicina que, en ese sitio, dijo, tuvo su primera edificación propia que fue inaugurada, en 1963, por el presidente Adolfo López Mateos y el gobernador Carlos A. Madrazo.

Según la propia historia de la División Académica de Ciencias de la Salud, “el surgimiento de la DACS inicia en el año de 1957, con la apertura del funcionamiento de la escuela de enfermería, ofreciendo la carrera de enfermería básica; en 1959 se funda la escuela de medicina humana en donde empieza a impartirse la licenciatura de médico cirujano. Para 1969 se crea la licenciatura de cirujano dentista, iniciando operación en las instalaciones de la zona de la cultura de la UJAT; en 1978 se imparte el curso de introducción a la especialidad médica. En 1988 se crea la maestría en psiquiatría; para 1989 se aprueba la especialidad en medicina familiar comunitaria. En 1990 se crea la especialidad de odontopediatría; en este mismo año se inician las licenciaturas en psicología y en nutrición.

Gonzalo González Calzada es protagonista de mucho de este esfuerzo en la ciencia médica en Tabasco. Mirian Carolina Martínez López, directora de la División que hace estos reconocimientos, los calificó muy bien como una de las figuras tutelares de la UJAT.

Para servir mejor a la medicina en Tabasco, el ayer homenajeado estudió una especialidad aparte de su licenciatura médica y con él creció la investigación en bioquímica en esa escuela. “En el año de 1971, gracias a la gestión de del doctor Juan José Beaurregard Cruz, se fundó el Instituto de Ciencias Fisiológicas, en donde se impartían prácticas de fisiología, bioquímica y farmacología, y hoy están presentes alumnos de dicha época” ilustró Gonzalo González Calzada.

Pero no sólo por eso, y sus más de 50 años de maestro, el doctor Gonzalo González Calzada puede darse el lujo, sin quererlo, de corregir —si es el caso— errores históricos que algunos dejan. En el evento se mencionó por parte de la directora Martínez López, que el homenajeado es originario de Teapa, Tabasco. Por eso la presidenta municipal envió la marimba de la Casa de la Cultura y bocadillos, pozol y dulce. Controversial. En el sitio cibernético “De Tabasco soy”, se afirma que el escritor, médico y militante de la izquierda es originario de Tacotalpa, Tabasco, en donde nació el 25 de diciembre de 1938 —dato, el de la fecha, que si puede ser cierto, pues su segundo nombre es Jesús. Gonzalo Jesús González Calzada.

Estos enredos son lógicos. Uno de sus muchos libros escritos, de cuentos, se llama “Puras mentiras y algo más”.

El homenaje fue un acto de colegas de la medicina, amigos de la cultura y familiares del homenajeado. Allí se destacó, en voz del propio médico, el papel que su familia ha jugado en su vida personal y académica. Su esposa María Elena Escobar Palomeque, “responsable de mucho de lo que nuestra familia ha logrado. Ha sabido conducir por el camino de la responsabilidad a sus cuatro hijos Gonzalo Alberto, Emiliano, Luz Elena y Julieta Anaid, induciendo en ellos educación con valores, que son tan deficientes en los actuales tiempos. Ella es diplomada en Historia del Arte, con prácticas en Europa.

Un buen y merecido homenaje. Si bien no asistieron titulares de la política ni de la propia Rectoría de la UJAT, el ginecólogo y literato se declaró feliz. Y de vivir a su manera. Sus colegas de la medicina y la literatura y amigos presentes, así lo demostraron.

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