Del cielo encapotado huyeron gotas gotitas de agua nada para suspender la gira del gobernador Adán Augusto López Hernández por la cabecera municipal de Cunduacán, cuyos momentos emocionales estuvieron a cargo de la joven Lucía Ruíz Castro y del niño de nueve años Luis Raúl López Méndez.

Tan conmocional fueron en sus intervenciones públicas que, sin llegar al extremo, la inauguración de obras sociales que hizo el mandatario, siempre en compañía de la alcaldesa Nidia Naranjo Cobián, se puede decir sólo cumplieron el protocolo institucional: corte de listón y, aplausos.

Y eso que la aparición y acompañamiento de la regidora del PRI Maribel Ávalos León, originaria de la ranchería Los Cerros, en todos los eventos puede considerarse un encuentro afectivo entre condiscípulos de la generación 1984—1989 de la escuela de Derecho de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

«Lo importante es entender y participar», define la abogada luego de intercambiar saludos con el gobernador López Hernández, tras la inauguración de la rehabilitación de la calle de acceso al fraccionamiento Las Fincas.

Fue justo en ese lugar donde la voz juvenil cimbró a la comunidad cuando Lucía agradeció a los representantes del poder Ejecutivo estatal y del ayuntamiento, la rehabilitación de la calle, el parque recreativo, la introducción del drenaje sanitario, agua potable y…demandas sociales con más de 20 años de antigüedad.

«Con la Cuarta Transformación en sus tres niveles (Federal, Estatal y Municipal), se acabaron los lodazales, el agua de pozo (artesanal) y la delincuencia», refirió en evidente reconocimiento al presidente Andrés Manuel López Obrador, al gobernador López Hernández y a la edil Naranjo Cobián.

Sin nervios, el decibel de la voz iba en aumento: «Cuando los perros ladran, señal de que vamos avanzando», citó una tergiversación común del libro de lectura universal El Quijote de la Mancha. No obstante, la joven concluyó:

«¡Viva el gobierno de la Cuarta Transformación! ¡Viva México! ¡Viva Tabasco! ¡Viva Cunduacán!».

El mandatario estatal inició su agenda municipal a las 09: 05 inaugurando el Parque Recreativo ‘Benito Juárez’ en la colonia José María Morelos y Pavón. Luego de lanzar balones de futbol y, a invitación de los capitanes de los equipos presentes, hizo dos tiros de inauguración de la cancha de futbol rápido; hizo alarde de golpear con los dos pies. Y, en medio de la sorpresa de las autoridades comunitarias, cedió al reportero a patear un penal…

Siempre con el fondo musical de la marimba y tamborileros de la Casa de la Cultura «Antonio de Dios Guarda», la agenda del titular del Ejecutivo cumplió con la inauguración de obras sociales hasta con tres décadas solicitadas en, por ejemplo, la colonia Los Montejos, en la ranchería Huacapan y Amestoy o en la prolongación de calles como la Francisco I. Madero…en la visita del panteón municipal que se construye en 2.8 hectáreas ubicadas en el polígono de la ciudad, en Huacapa y Amestoy, además de la rehabilitación del pavimento que circunda la estatua de Tabscoob, coincidencia de las calles Pedro Méndez, continuación de Zaragoza y Periférico.

De ahí, la agenda del Ejecutivo estatal va al último punto: la Casa de la Cultura «Antonio de Dios Guarda». Y es ahí, frente al mural elaborado por el pintor Azael García Juárez —que fue inaugurado el 8 de septiembre de 1993—, en «homenaje a los hombres que desde la penumbra fincaron la grandeza de Cunduacán», donde el alumno de nueve años de edad del cuarto año de la escuela primaria «maestro Arquímedes Guzmán Méndez», estrena el galardón de primer lugar en el concurso de declamación convocado y premiado el 27 de febrero por el ayuntamiento municipal de Cunduacán.

A través de los cristales del inmueble —inexplicablemente, no hay acceso a la prensa—, se escucha voz y la elocuencia con la cual el pequeño ilustra a las autoridades el poema «Presencia de Hidalgo y héroes» de Manuel Acuña.

«Son doce minutos que dura el poema…», presume la compañía de Luis Raúl López Méndez a las mujeres y hombres que, a la distancia, celebran la memoria del niño.

«Fue el que ganó el concurso de poesía, es una inteligencia grandiosa…», dicen.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo