Estrategias y tácticas del balompie

Una reportera de TVT, pregunta, angustiada, «¿dónde salgo para los baños de las canchas de basquetbol?» Es reorientada hacia el sur de la Ciudad Deportiva, cuyo ingreso está limitado a cinco accesos no del todo disponibles como los sanitarios de la emblemática zona.
A paso veloz, la comunicadora retorna hacia las canchas de futbol7, que también están cercadas y con el sintético afectado, donde se realiza el segundo torneo de Medios de Comunicación que ya refleja los vicios del sector amateur, particularmente el estilo del promotor deportivo en retiro Lauro Jiménez López.
Ella había llegado hasta la puerta de entrada del Parque Infantil. Al seguir una indicación del guardia uniformado, topó con que el sanitario del lugar estaba cerrado como desde hace mucho a pesar de la presencia constante de usuarios de diversas edades. Y entonces volvió a indagar ya con la desesperación dibujada en el rostro.
Salió a la calle Ernesto Espinosa Parga que es un acceso lateral a las oficinas del INJUDET, pasando por las canchas de tenis, albercas, volibol, espacios de usos múltiples y las techadas de basquetbol. Estas últimas son las utilizadas para la aplicación de vacunas como el covid19 e influencia, que también tienen entrada por el carril bajo del circuito vial.
Además del acceso, el uso de baños de las albercas y cancha de tenis está restringido a usuarios de paga o particulares asociados. Y los de basquetbol están sujetos a la asistencia de empleados del instituto del deporte o de los organizadores de torneos infantiles, juveniles, libres y senectos.
Mucho antes que comenzaran las remodelaciones sexenales de la unidad deportiva, inaugurada hace 58 años por el presidente Adolfo López Mateos y el gobernador Carlos Alberto Madrazo Becerra, la disponibilidad de sanitarios era opcional: Palacio de los Deportes, que ahora lleva años cerrado; los campos de beisbol, el circuito bicicletero, la zona de refrigerio donde estaba la coloquial «casa loca», el Estadio Olímpico antes que fuera concecionado a los Pumas, el Centenario «del 27 de Febrero» y, entre otros, en las mismas oficinas administrativas.
De la década de los ochentas hasta que llegaron las cercas, incluyendo la perimetral con el gobernador quinquenal Manuel Andrade Díaz, los campos de beisbol, de domingo a domingo, eran habilitados, por la tarde, como espacios futboleros. Se concentraba la palomilla de las colonias adyacentes como Atasta de Serra o Primero de Mayo y, entre tantos, sudamericanos.
Entre retas, patadas y uno que otro conato beligerante, se hacía amistad con argentinos en particular. Y el tono de voz, tal como es el tabasqueño, era imitado. «Boludo, no ha venido el Che…» Y cuando entraba la noche, la platica con ellos era combinada con sugerencias de juego de lo que ocurría en América del Sur y Centroamérica, incluso del movimiento universitario del 68 en México.
Muchas lecciones y guías de estudio se aprendieron y vinieron a la memoria con la final del Mundial de Futbol Qatar 2022 que ganó Argentina, cuyo color de piel de jugadores la identificó más con Europa que la Francia plagada por ascendentes africanos.
Aquellas amistades se prolongaron con los años. Y de temas de técnicas de golpeó de balón, estrategias y tácticas de balompie, las pláticas abordaron la política, lo social y económico que se registra en el continente americano tutelado por el imperio yanqui. Ese colonialismo fue condenado ayer como hoy.
Y las enseñanzas y recomendaciones de lectura de libros fueron añoradas mientras corría la gran final con la cual termina el año futbolero, aderezado con el recuerdo de la angustia que pasó el sábado la reportera del canal público de televisión por la falta de sanitarios accesibles en la Ciudad Deportiva. Un ejemplo de indulgencia del INJUDET.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo