Crónica del domingo: La consulta
De domingo a domingo, pasa el inexorable tiempo. Deja en el camino registros, huellas, comportamiento de la humanidad ante las recurrentes crisis como ahora la sanitaria pero, asimismo, en la perspectiva abre senderos a la democracia como la inédita consulta popular convocada para el 1 de agosto venidero. En medio de todo, sombras, las inevitables […]
18 de julio de 2021

De domingo a domingo, pasa el inexorable tiempo. Deja en el camino registros, huellas, comportamiento de la humanidad ante las recurrentes crisis como ahora la sanitaria pero, asimismo, en la perspectiva abre senderos a la democracia como la inédita consulta popular convocada para el 1 de agosto venidero. En medio de todo, sombras, las inevitables sombras que empañan la sobrevivencia de la antigua Villahermosa.

Dos días antes del domingo en el cual la autoridad electoral dispondrá un millón 753 mil 127 papeletas para que la ciudadanía de Tabasco salga a votar por un SI o un NO a fin de estigmatizar como corruptos a los expresidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto —de éste la población no olvida las promesas de campaña firmadas ante notario público en 2012—, será recordado el 16 aniversario luctuoso del maestro Gútenberg Rivera Ramírez, quien falleciera el 30 de julio de 2005.

Gút, el apocope con el cual el artista se fusionó a las imágenes urbanas de la capital a mediados del siglo pasado, cuyos personajes de leyenda se convierten aún en parte de la idiosincracia regional, también dejó escuela como luchador social. Sin embargo, no es necesario esclarecer ideología si los principios y acción quedaron plasmados en su trascendente obra iconoclasta, marcada por el quehacer de lo cotidiano de una provincia abandonada.

Heredarás El Submarino es el almanaque de aquella Villahermosa saliendo del pantano para entrar a la época de la tecnología (ahí está el niño José jugando a las maquinitas como prueba irrefutable) con personajes de leyenda igual como los inmortalizados por el maestro Gút en la colección “Personajes populares
de Villahermosa del siglo XX” de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

En esa inigualable obra escultórica aparece «una pléyade de personajes que permearon el espíritu citadino de la Villahermosa del siglo XX» como María Garrido, Juanita La Pastelera, El Chombo, José el Cieguito, Isabelino el Duende, María la Peruana, Almirante Achirica, El Aguador, El Pigüero…y, entre otros, el Twist, éste último vecino de las calles del centro de la ciudad como la M. Bruno, donde este sábado murió Pañal.

Al igual que los personajes de leyenda que por una u otra razón pierden la fe legal de nacimiento a fuerza de la costumbre de imponer apodos según las características, habilidades o defectos de la humanidad, Pañal se pudo identificar con credencial de elector como Martín Olvera o como fuera registrado en lo civil aunque nadie lo reconociera así. Otra credencial con fotografía servía igual para jugar futbol en el llano.

Fue vecino del Twist desde que llegó a M. Bruno como lustrador de calzado. A cuestas con el oficio para sobrevivir comenzó a tejer sus andanzas en esa Villahermosa que comenzó a mudar su afición al beisbol por el futbol. Así es que cuando apareció como aprendiz de la tapicería del maestro Cañitas, ya la enredadera que tenía como pelo y la vestimenta desaliñada fulguraban por los colores del América. Y no había para donde agarrar en la disputa por identificar al mejor equipo de México.

Respetaba a la selección mexicana, eso sí. Pero también la cuestionaba por los recurrentes fracasos. Lo mismo opinaba cuando de hablar de los partidos y políticos se trataba. Era coloquial sin llegar a lo florido del lenguaje que descalifica a otros. Creyente religioso, igual conciliaba y podía convivir con aficionados y fanáticos de la fe tal como lo hacía con quiénes eran Chivas o Cementeros.

El maestro Gút conoció a Pañal. Así como fue siguiendo la lucha política del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador desde que fue dirigente estatal del PRI (enero—agosto de 1983), también empezaba a perfilar al melenudo y desgarbado vecino de la M. Bruno como personaje para escultura de papel engomado a realizar: «Es de por acá el Twist», comentó en algún momento al reportero.

Pañal era de una generación diferente al Agüador, el Pigüero, Ciro Morales, el Pilot, el Paragüero, Chico Che o el Músico, pero si los conoció, hasta puede decirse que convivió con alguno de ellos. Tanto así que éstos heredó la chispa con la cual se identificaba en cualquier momento y en cualquier lugar donde igualmente la solidaridad humana fuera requerida. Voz, gañote e imaginación, sobraba.

Gút ya no pudo votar por López Obrador en la elección de presidente de México en 2006. Es, sin embargo, seguro que si viviera hoy continuaría brindando su apoyo al paisano como Pañal nunca, ni en los peores momentos, dejó de apoyar y defender al equipo de sus amores: el América. Tampoco, ahora, podrá participar en la consulta popular donde «Salinas y toda esa ranfla de grillos» deben pagar por lo que hicieron de México. También así es esto del abarrote en tiempos de pandemia.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo

Compartir: