Crónica. «¡Ai´mojo maistro!»
Luis Enrique Martínez Rumbo Nuevo «El anonimato del domingo parece especialmente antinatural en México; un hombre que va de caza a los pantanos con su perro y su escopeta, una fiesta de muchachos, las tiendas que se cierran después del mediodía; nada más que distinga ese día de los demás días; ningún repique de campanas…» […]
25 de mayo de 2020

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
«El anonimato del domingo parece especialmente antinatural en México; un hombre que va de caza a los pantanos con su perro y su escopeta, una fiesta de muchachos, las tiendas que se cierran después del mediodía; nada más que distinga ese día de los demás días; ningún repique de campanas…»

Así comienza el periodista y escritor inglés Graham Greene la postal intitulada «Domingo tabasqueño» que insertó en la novela Caminos sin ley, en la cual reseña su arribo a México para reportear y recoger testimonios de primera mano sobre el régimen de Tomás Garrido Canabal en Tabasco. El resultado del cumplimiento de esa tarea profesional, la recopiló también en el libro que denominó El Poder y la Gloria.

«(…) Tabasco –apunta en Caminos sin ley— es un estado de ríos y pantanos y calor intenso; en el norte de Chiapas los viajeros tienen que elegir entre la mula y los escasos aviones, y en Tabasco entre el avión y el barco…Demasiada sangre extranjera entró en Tabasco cuando era una región próspera; la fe de los Graham y de los Greene sólo data de unas pocas generaciones. No poseen la estabilidad de las viejas familias españolas de Chiapas.

«(…)Ahora, en Villahermosa, en ese calor enceguecedor y ese aire bullicioso de mosquitos, no hay vía de escape para nadie…(…) Por lo tanto, no hay nada que hacer en Villahermosa durante los largos domingos, que se alargan y se alargan, sino sentarse en una mecedora victoriana, y mecerse incesantemente esperando el crepúsculo y los mosquitos. Los horribles zopilotes se apiñan en los techos como palomas; su cabecita diminuta de retardado, su cuello largo, su cara enmascarada, su plumaje polvoriento que espía atentamente aquí y allá, esperando alguna muerte»

La obra del periodista anglicano relata el Tabasco posrevolucionario. Más en Caminos sin ley que en El Poder y la Gloria, Graham Green bosqueja la idiosincrasia nativa. No es tan profundo como Andrés Iduarte en Un niño en la Revolución Mexicana, pero sí más sarcástico. Todo lo que no esté vinculado a la religión católica le desagrada. Incluyendo el presunto abolengo de los apellidos Graham y Green, a los cuales descalifica; guardando proporciones de tiempo, se puede colegir que para él esa prosapia era igual al Hernández de ahora. De todas maneras, el texto no pierde actualización aunque carezca del caló regional.

En sus obras, esos grandes de la literatura obviaron las expresiones, el lenguaje coloquial, típico que identifica al tabasqueño allende las fronteras después que fuera rescatado y difundido por Manuel Arrazola Hernández, el original Choco Tabasqueño.

Quizá nunca imaginaron que algún día, un nativo del pueblo de «chismes» saldría del «calor enceguecedor» para ser presidente de México. Aunque una decena de ellos aspiró en el siglo pasado, ninguno pudo lograrlo. Y sólo uno de dos pretendientes nacidos en aquella centuria, alcanzó el objetivo pero sin olvidar ese caló que tanto es criticado por foráneos: Andrés Manuel López Obrador.

Si vale recordarlo aunque la mayoría de mexicanos lo escuche casi todos los días desde 1997 que asumió el liderazgo nacional del PRD y luego cuando fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal y…a partir del 1 de diciembre de 2018, el presidente de México no deja de mencionar su amor por Tabasco. ¿Cómo? en el lenguaje de cualquier paisano. Y así lo hizo este sábado cuando se refirió una más al anómalo comportamiento de la población de Tabasco ante la emergencia sanitaria originada por el cvid19.

«Hubo un relajamiento, paisanos. Y no es de «¡ai´mojo maistro!». Esto es una situación que requiere mucho cuidado», expresó. Y como en otras ocasiones en igual circunstancias, ahora esas 19 palabras le dieron la vuelta al Tabasco que encabeza el indicador nacional d contagio en el país. Hubo quienes aletargados o cual zombis, incluso empezaron a preguntar que quiso decir el mandatario nacional con el «ai´mojo maistro!»

Simple y llanamente, la expresión fue dedicada a los que no creen en la letalidad del virus del coronavirus. Esos que cuando leen, ven o escuchan el informe diario del comportamiento del bicho en el país, pero más sobre el número de contagios y decesos en Tabasco, acaso replican: «¡ai´mojo maistro!».

Colofón: si la expresión coloquial del presidente originó risas, ¡cuidado! Revisen el video y vean el puchero que hace antes de dirigirse a sus paisanos. No lo acostumbra pero cuando hace ese gesto es porque…Graham Green y Andrés Iduarte pasaron a la gloria de la literatura.

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