Crisis económica golpea a todas las clases sociales
Tabasco siempre ha sido marginado de encontrar mejores dividendos en percepciones económicas Luis Ruiz Sandoval Frade Rumbo Nuevo La crisis económica pega a todas las clases sociales, pero más en aquellas que sólo perciben un salario mínimo en Tabasco. Amas de casa se convierten en magos para poder hacer alcanzar los 64 pesos que recientemente […]
27 de diciembre de 2013

Tabasco siempre ha sido marginado de encontrar mejores dividendos en percepciones económicas

Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo
La crisis económica pega a todas las clases sociales, pero más en aquellas que sólo perciben un salario mínimo en Tabasco. Amas de casa se convierten en magos para poder hacer alcanzar los 64 pesos que recientemente fueron autorizados a sus esposos perciben a diario por prestar un servicio. Y como dicen, con ello medio comen solamente.
A pesar que desde el año 1980 se instituyó a nivel nacional la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y dividió al país en dos zonas, Tabasco siempre ha sido marginado de encontrar mejores dividendos en percepciones económicas.
La entidad se ubica en la zona más baja, a pesar, que en datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) catalogan a Villahermosa como una se las ciudades más caras para obtener servicios y alimentos, se continúa con un salario raquítico.
Para el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) José Domínguez  esta situación es caótica, porque las autoridades que “imponen” esta zona catalogan que el país hay pobres, más pobres y los tronados.
Y dio un ejemplo, Coatzacoalcos es un municipio caro y con presencia de empleados de PEMEX, cuenta con la categoría A para establecer las pautas de los salarios mínimos. Tabasco, a pesar de estado y con empleos director de la paraestatal, sigue la percepción económica igual, la zona más baja.
Precisó que todo deriva a no lograr satisfacer sus requerimientos básicos, con lo cual obliga que tenga dos trabajos –uno con prestaciones u otro en sus ratos libres-, pero además, ante el raquítico sueldo la esposa tiene que buscar un empleo para poder completar.

No alcanza para nada
Acudir al mercado o al súper es un sufrimiento para Ana Hernández. Su esposo trabaja en la Iniciativa Privada pero sólo gana menos de tres mil quinientos pesos al mes. Y los tiene que dividir para satisfacer sus necesidades como es el alimento – la primera prioridad-, el pasaje para el esposo, los gastos extras de sus dos hijos para que vayan a la escuela.
Comentó que si antes lograba comprar 750 gramos de carne, ahora sólo adquiere 500 gramos y rellena el platillo con frijoles, arroz y hasta más verduras, a pesar que a sus hijos no les gusta.
Va solamente una vez por semana a esta central de abasto de la colonia Tamulté. No acude al ‘Pino Suárez’ pues se ahorra  ahora 17 pesos del TransBus. “En estos momentos, hay que lograr ahorra lo más que se pueda”.
De igual forma, la señora Martha Guzmán, que vive en Punta Brava y que su esposo trabaja como barrendero en la comuna de Centro, asegura que “hacemos milagros para poder sobrevivir todos los días”.
Tiene tres hijos. Dos de ellos ya están casados y no viven con ellos “pero de vez en cuando me echan la mano para poder solventar los gastos de la casa”, dijo.
Con el dinero que le da el marido cada 15 días “tenemos que cumplir con los compromisos, que es comer decentemente – a pesar que a veces no se logra-, el pasaje de mi esposo y del más pequeño que salió de la secundaria y va a la prepa. La verdad la situación es complicada”.
Ambas madres aseguran que el dinero cada día alcanza menos. Hay veces que solo logran hacer una comida “y por las noches, sólo café y un pan”.
Y cuando se acercan temporadas como inicio de clases o una enfermedad “sufrimos para darle este satisfactor”.

Bajan las ventas
Para el carnicero Ulises Reyes, quien tiene su local al interior del mercado de la Sierra, dijo que en este año sus ventas disminuyen en época que no es de fin de año hasta en un 50 por ciento “todo ello por la crisis económica, por los bajos salarios y porque la gente busca otras opciones”.
Tablajero por más de 25 años en el oficio, acusó que las autoridades son las responsables de esta situación. “Los salarios ya no alcanzan para nada. El precio del producto se eleva cada semana, por lo cual varios compañeros optaron por cerrar el negocio ante las pérdidas”.
Explicó que las señoras que viene el mercado a realizar sus compras “se enojan con nosotros del porqué vendemos caro la carne, pero simplemente les contestamos que en el Frigorífico así la venden y debemos ganarle algo”.
Ante la gente compraba un kilo, ahora solo se llevan hasta 500 gramos. “La situación es complicada para nosotros al igual que los miles de tabasqueños que reciben salarios de hambre. No les alcanza para comprar el producto y por ende, nosotros no vendemos nada”.
Se llama María Trinidad. Vende verduras afuera del ‘Pino Suárez’ para poder ayudar a su esposo que es jornalero en este mismo lugar. Comentó que las ventas cayeron “muy fuerte” porque la gente le dice que “ya el dinero no alcanza ni para comer”.
Señaló que sus verduras le ayudan para sobrevivir. Pero que en los últimos meses sólo logra vender entre 30 pesos llegando hasta 50 pesos diarios. “Es que la gente que llega me dice que están muy caras, que mejor le venda un poco y ya no se llevan lo que antes. Realmente esto es poco”.
Dijo además que la gente sólo compra lo que ellos necesitan en estos momentos. “Me piden dos zanahorias, dos papas, en fin. La situación es caótica”.

Situación desesperante
Edgar Azcuaga Cabrera, dirigente de la Federación de Obreros y Trabajadores Tabasqueños (FTOT) relata que las autoridades federales son los responsables directos que el salario que se otorga en el estado es el más bajo en el país.
“Se tienen cerca de 30 años peleando que desaparezcan las zonas salariales. Sólo provocan que existan varios México y que impida el crecimiento de la sociedad”.
Indicó que el salario mínimo en el estado será a partir del 2014 de 64 pesos y en la zona más alta es de 66 pesos. “Pero a lo mejor no se trata de cuestiones salariales, sino de los incrementos a los precios de las llamados artículos básicos. La sociedad no logra obtener los satisfactores necesarios debido a que el salario no les alcanza”.
Dijo que cuando existe un contrato colectivo de trabajo “se busca que el salario se eleve para lograr que cuenten con mejores condiciones”.
Precisó el dirigente obrero “ya nos cansamos de estar peleando por esta desaparición de las zonas salariales. Lo que debemos de buscar es encontrar detener la escalada de precios”.
Dijo que en lo que va del año el aumento de precios se maneja –extraoficialmente- de un aumento de hasta un 25 por ciento “a pesar que algunos indicadores sólo llegue a un 10 por ciento, pero esto se observa en que los trabajadores no logran cumplir con sus satisfactores”.

Desesperante
Carlos Ruiz, quien trabaja en una empresa mueblera y es comisionista aseguró que la situación es desesperante. “Si se logra vender algo pues tenemos más recursos. Pero la situación no es muy buena en estos momentos, porque la gente se encuentra gastada ante la salida de las escuelas, y por ende, no voy a tener comisiones”.
Obtiene el salario mínimo “más las comisiones, pero a lo mucho logro hasta 4 mil pesos. Tengo dos hijos en edad escolar y tienen que comer. Pero que hacemos sino los precios de los artículos básicos son inalcanzables”.
Para Marcela Gutiérrez, secretaria de una constructora dijo que trabaja para ayudar a su esposo. “Es un extra que nos permite darnos unos lujos, pero con los incrementos de los precios, no sabemos que vamos hacer”.

Precios por las nubes
Es un tema vedado por muchos. Las autoridades niegan incremento desmedido de los costos de los productos alimentarios, pero la realidad es otra.
Para surtir una despensa en un supermercado, en enero de este mismo año una ama de casa adquiría un litro de aceite comestible en 20 pesos; ahora esta en 28 pesos; el arroz de 10 a 15 pesos; el frijol de 15 hasta 30 pesos; el pan de caja de 20 a 30 pesos. El agua potable en garrafón de 20 a 25 pesos en lo que va del año. Las frutas se elevaron hasta en un 40 por ciento, las verduras en la misma proporción, ni mencionar la carne de pollo, res, cerdo y el pescado.
La Procuraduría Federal del Consumidor realiza diversos operativos, pero está atada de manos para detener estos abusos.
Todo ello por la crisis económica que se padece, los salarios que son bajos, el incremento de los precios, hacen que los tabasqueños no sepan que hacer ante esta situación.

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