Nuevo rescate de la industria petrolera; coloca AMLO primera piedra

José Martínez
El petróleo es un punto de referencia para un país o un estado. Lo identifica e incluso le da un estatus. En un breve contexto sobre la historia del petróleo, se identifica que el primer boom ocurrió en la década de los 20. México alcanzó un lugar importante en el mundo como productor y exportador, bajo las operaciones de compañías extranjeras como Él Águila, subsidiaria de Shell Royal Dutch y Standard Oil Company, hoy ExxonMobil.

El conflicto entre el Estado y la iniciativa privada que llevaban años de fricciones, estalló cuando los trabajadores petroleros reclamaron que no tenían ninguna prestación laboral. Exigían aumento de sueldo de 90%, derecho a la salud e incapacidad pagada. Entonces las empresas privadas se negaron a cumplir sus demandas.

El presidente Lázaro Cárdenas intervino y nombró una comisión investigadora. Ésta reveló que los gigantes energéticos cometieron innumerables fraudes fiscales, con ganancias de 150 millones de pesos. Como respuesta, el mandatario propuso un aumento de 26 millones de pesos en salarios, pero las empresas se negaron.

La noche del 18 de marzo de 1938, el general Cárdenas leyó en la radio nacional el decreto de expropiación para validar el artículo 27° de la Constitución Mexicana. Tres meses después, creó Petróleos Mexicanos (Pemex) para administrar y operar los recursos que la Constitución estipulaba.

Para mala fortuna en los años posteriores la empresa sirvió de poder económico en las campañas priistas, y el desgaste de Pemex fue tal que empezó a ir a la quiebra. Después de ese llamado “boom” nada fue igual, estados como el mismo Tabasco sufrió las consecuencias en su economía, sobre todo en este sexenio.

Hoy se habla de una nueva inversión, de inyectarle recursos a las refinerías que existen, y crear otra, la cual estará en Dos Bocas, Paraíso, donde ayer el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, colocó la primera piedra como un banderazo de salida para iniciar con su construcción, de la mano del Plan Nacional de Refinación.

Lo que se busca es frenar los desplomes en volúmenes de extracción hasta llegar a los 2 millones 500 mil barriles diarios de crudo. Recordemos que el mandatario federal acusó que la actual extracción es de un millón 763 mil barriles, y criticó además a la Reforma Energética, la cual no dio los frutos esperados porque la tendencia es a la baja, cuando su promesa eran de 3 millones.

Será entonces un nuevo rescate del hidrocarburo en la era de López Obrador. Se dejaría de vender crudo al extranjero para privilegiar el consumo interno, porque toda la materia prima se procesaría en el país.

La primera piedra está colocada. Ahora toca igual el turno a los empresarios locales para prepararse y estar a la altura profesional con respecto a las licitaciones donde participarán otras empresas.

Tabasco tiene esa gran oportunidad, así como en 1938 cuando se rescató al petróleo con su expropiación. Este es el momento para hacer otro rescate: la industria para bien de México.

Haberes
UN punto que no se había tocado era el de los altos costos que cobra el INFONAVIT. El Presidente de México dijo que analizará el tema. A la fecha esta institución está considerada como la mayor agiotista del país.