Austeridad republicana en Tabasco, ¿llegó para quedarse?

José Martínez
Varios son los puntos claves que viene anunciado el gobernador electo, Adán Augusto López Hernández, en algunas de sus giras de agradecimiento sobre la llamada austeridad republicana.

En un principio señaló que en el Poder Legislativo se dará un ahorro bajo una iniciativa que enviará al Congreso, donde se tienen planeado que los diputados ganarán 50 mil pesos mensuales como dieta, más 20 mil pesos para gastos externos, pero que cada uno tiene que comprobar.

Dijo que se terminará el dinero discrecional para los representantes populares, y sobre la marcha mencionó que no habrá recursos para gestoría ni comunicación social, por lo que no se descarta que estas dos direcciones desaparezcan y ahí comiencen ahorrarse los cerca de 93 millones de pesos que tendrá como recorte ese Poder.

Lo más reciente fue que en esta nueva administración desaparece el hangar de gobierno, lo que igual ayudará a tener más capital, así lo indicó López Hernández, donde se podrá dejar de gastar 3 millones de pesos por mantenimiento.

Otro de los gastos que desaparecerán es la renta de camionetas blindadas, donde se eroga casi 20 millones de pesos al año, también se acabaron estas prestaciones, señaló; ningún funcionario estatal a excepción de lo que tiene que ver con Seguridad Pública, traerán estas unidades.

Las acciones mencionadas se amarran con lo expuesto por Andrés Manuel López Obrador como políticas a realizarse a nivel nacional.

Sobre estas medidas el sector empresarial indicó que el plan de austeridad planteado por el próximo Presidente de México, y que pretende replicarse en la administración estatal es viable, pero debe hacerse una revisión minuciosa por dependencia, ya que además ante la posibilidad de la reducción salarial existe el riesgo de que personal calificado renuncie para incorporase a la Iniciativa Privada (IP).

Ricardo Castellanos Martínez de Castro, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), indicó que ese plan de austeridad debe realizarse con base en un estricto análisis dependencia por dependencia donde se incluya, por ejemplo, hasta la adquisición de café.

El año pasado el gobernador Arturo Núñez igual anunciaba un plan de austeridad que entraría en vigor el 23 de enero de 2017, planteando que reduciría su salario en un cinco por ciento, así como el de funcionarios hasta la categoría de Directores.

Además –dijo- se cancelaba el pago de telefonía celular (excluyendo solo a las áreas de seguridad Pública y de emergencia), compra de autos y viáticos para viajes nacionales y al extranjero, y el ahorro de ese dinero sería destinado a la creación de empleo y programas sociales.

En el mismo anuncio dijo que se buscaría reducir el pago de energía eléctrica, y el uso de papelería de oficina, así como la compactación de algunas áreas, todo con el fin de ahorrar unos 600 millones de pesos.

La austeridad republicana viene en camino, y para algunos traerá sus beneficios, mientras otros que no saben nada de administración lo están pensando desde ahora.

Haberes
El anuncio de que Javier May Rodíguez será subsecretario de Bienestar (hoy Sedesol), en el futuro gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, no es una sorpresa. El actual senador electo tendrá como una de sus principales tareas supervisar los programas sociales, entre estos la importante siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables, que será una de las principales fuentes de empleo para los campesinos mexicanos. Una noble tarea.