Corte de Caja
El agua es un derecho, no una mercancía José Martínez Esta semana estuvo en Tabasco el controvertido académico Alfredo Jalife Rahme, quien compartió con los asistentes al evento del 50 aniversario del Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco datos importantes sobre el agua y el petróleo en nuestro país. Polémico siempre, este especialista en geopolítica […]
27 de abril de 2018

El agua es un derecho, no una mercancía

José Martínez
Esta semana estuvo en Tabasco el controvertido académico Alfredo Jalife Rahme, quien compartió con los asistentes al evento del 50 aniversario del Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco datos importantes sobre el agua y el petróleo en nuestro país. Polémico siempre, este especialista en geopolítica es todo un espectáculo también.

Para Jalife Rahme el fondo del problema del petróleo en México es la privatización de los hidrocarburos, como en su momento podrá pasar, asegura, con el agua.

No es nueva la teoría. El agua ha sido considerada asunto de seguridad nacional por su importancia para la vida. Hay quienes aseguran que las guerras del futuro serán por su control. Está en la mira del mercado.

Paralelo a esto, desde el año 2012 en México se reconoció el derecho humano al agua y a su saneamiento. Lo que colocó a nuestro país en la vanguardia en la materia.

Por su parte, la reforma constitucional obliga al Congreso de la Unión a emitir una nueva ley de aguas para nuestro país en sustitución de la vigente que data del año 1992. Y ahí está el gancho.

Los promotores del libre mercado vieron la oportunidad de hacer negocios “garantizando” el derecho al agua en nuestro país. Para ello integraron una ley de aguas privatizadora cuyo instrumento fue el ex director de la Conagua David Korenfeld. La iniciativa contemplaba garantizar un mínimo de agua para cada mexicano, el mínimo necesario le han llamado organismos multilaterales, y el excedente suministrado podría ser cobrado por el organismo operador que estaría en manos privada.

Se habló de los trasvases, por medio que pudiera desviar el cauce de un río para llevar agua a quien lo necesitara y pudiera pagar. Asimismo se contemplaba su uso para la extracción de hidrocarburo por medio de las técnicas del fracking, tan cuestionada a nivel internacional.

La “Ley Korenfeld”, como se llamó, fue detenida gracias a una movilización social que prácticamente pernoctó en la cámara de diputados para evitar algún madruguete, y con el apoyo de miles de ciudadanos una iniciativa ciudadana de ley de aguas nacionales se presentó en el pleno por varios diputados de oposición. La iniciativa privatizadora de otros diputados insensibles a las necesidades del pueblo fue retirada en ese momento.

Actualmente se está manejando otra iniciativa similar que se ha denominado “Ley Pichardo”, por el apellido del político priista que lo ha presentado. Las organizaciones civiles siguen vigilantes.

No es descabellado el escenario donde el agua solo llegue en calidad, temporalidad y cantidad a quienes lo puedan pagar. A nivel nacional ya existen casos de ellos en Culiacán y en Quintana Roo. Sin ninguna mejora en el servicio y si cobros excesivos.

A nivel internacional ya hay experiencias de ciudades donde el agua se ha privatizado y se ha devuelto al gobierno ante el mal servicio prestado por terceros. Caso específico de Cochabamba en Bolivia, donde hubo una verdadera revolución.

Para Jalife Rahme la privatización del agua ocurrirá después del uno de julio. Se requerirá una sociedad movilizada e informada para evitarlo. Los activistas sostienen que el agua es un derecho y no una mercancía; los inversionistas ven en ese recurso potenciales ganancias millonarias. El Estado debe garantizar el derecho de las mayorías.

Haberes
EL MANDATARIO estatal, Arturo Núñez Jiménez, atajó todos los rumores al lamentar que su homólogo y compañero de partido Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, se haya pronunciado en apoyo a José Antonio Meade. El político tabasqueño subrayó que él es hombre de instituciones y convicciones.

Compartir: