Las protestas, el diálogo y la mano dura, desafíos de Núñez

José Martínez
La tolerancia y el diálogo, la construcción -en la práctica- de una nueva cultura; enseñar y aprender con la gente a no afectar los derechos de terceros. De esta manera definió Raúl Ojeda, secretario de Gobierno, la posición de la administración de Arturo Núñez ante las legítimas y también a veces caprichosas inconformidades. No es posible, dijo, que en ocasiones sólo porque un maestro llegó tarde o porque no les gustó la asignación de un grupo, los padres de familia bloqueen una calle, afecten a quienes nada tienen que ver con un problema.

Sin embargo, resultó muy útil que el responsable de la política interna advirtiera que si bien los desalojos y el uso de la fuerza serán siempre el último recurso, no se permitiría que en casos específicos de la llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se buscara “contaminar” a un sector como el del magisterio que ha tenido las puertas abiertas al diálogo. Ahí, dijo, sin ninguna duda habrá firmeza y no se permitirá daño alguno al estado. Las autoridades aseguran que son activistas externos y maestros tabasqueños los que están promoviendo las movilizaciones de la “coordinadora”.

Ojeda Zubieta fue entrevistado el jueves en la radio y la televisión del sistema público Corat, como parte de la serie de programas “Tabasco en la Ruta” en la que la noche del viernes participaron Bertín Miranda, secretario de Administración, y la titular de la Contraloría, Lucina Tamayo.

Me parece que uno de los aspectos a resaltar fue el señalamiento de Ojeda Zubieta en el sentido de que en términos generales en Tabasco existe gobernabilidad y estabilidad. Puso como ejemplo la forma en que la administración de Núñez Jiménez ha establecido mecanismos para la atención de los reclamos y necesidades de las organizaciones institucionales, como los partidos y los grandes sindicatos. Esto permite diferenciar la ausencia de conflictos en ese nivel con respecto a las protestas y demandas de dispersos y pequeños grupos, y hasta de individuos. Es cierto, así como no se puede tener un policía protegiendo a cada habitante, tampoco se puede tener a un conciliador para cada conflicto particular; lo que sí tiene que haber son acciones generales eficaces. Y un poco más de firmeza y autoridad.

Podría decirse que el balance general hasta ahora es positivo en el aspecto de la estabilidad política, sobre todo si tomamos en cuenta que Tabasco vive su primera alternancia de un partido en el poder por más de ochenta años. Resulta explicable que en una comunidad donde de alguna manera cambian las reglas del juego, se mueven los actores, se modifican algunos acuerdos, haya inconformidades o presiones. Lo importante es que este cambio no haya paralizado al estado. Ahora bien, por lo que toca a la seguridad pública, es un asunto que lamentablemente afecta a todo el país y que en su combate en Tabasco hay avances, aunque todavía falta mucho por hacer.

La gobernabilidad, la estabilidad y l seguridad son ingredientes necesarios para darle confianza a los inversionistas y a todas las actividades productivas y en general a la población.

Haberes
SE ACERCA el final del plazo para quienes decidan sumarse al acuerdo que permitirá un borrón progresivo en los adeudos con la Comisión Federal de Electricidad. Este mes concluye oficialmente la posibilidad de obtener los beneficios, pero hay señales de que es posible obtener una prórroga. Aunque un gran porcentaje de morosos firmaron estos nuevos contratos, todavía quedan pendientes unos 200 mil usuarios. Debe hacer voluntad para resolver este añejo problema.