Peña Nieto: mal arranque de año en el tema de violencia

José Martínez
El gobierno de Enrique Peña Nieto debe remar contra una corriente borrascosa, de una opinión pública que le señala actos de corrupción que se le han imputado; también tiene encima los bajos niveles económicos y el asunto de la inseguridad. Esta última es una cuestión que se convierte en más delicada a medida que avanzan los meses del 2018, a tal grado que a nivel mundial México aparece en los primeros lugares como uno de los países más violentos.

De acuerdo a las estadísticas oficiales unas dos mil 500 personas fueron asesinadas durante el primer mes. Se trata del enero más violento del que haya registro en el país. En promedio, 82 personas fueron asesinadas cada día, lo que equivale a que cada hora perdieron la vida de forma violenta en el país entre tres y cuatro personas.

Los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública arrojan que en el mes de enero de este año se iniciaron dos mil 156 carpetas de investigación por el delito de homicidio doloso con un total de dos mil 545 víctimas.

Por su parte, Amnistía Internacional denunció que las autoridades mexicanas tampoco avanzaron en esclarecer el paradero de 34 mil 656 personas reportadas en el registro nacional de desaparecidos el año pasado.

“Aunque la cifra real puede ser más alta, porque se excluyeron casos clasificados como delitos de otro tipo, secuestros o tráfico de personas”, como el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, menciona en su informe previo.

Lamentó la agrupación que en México no se investiguen adecuadamente los casos de ejecuciones extrajudiciales y que, por cuarto año consecutivo, “las autoridades no publicaron la cifra de personas muertas o heridas en enfrentamientos con la policía y las fuerza militares”.

En un momento de esperanza, se pensaba que los números irían a la baja, pero la sorpresa mayúscula fue todo lo contrario; las alarmas se prendieron al máximo, y ahora la sociedad debe estar más alerta, ya que se dio un punto de ebullición que causa temor.

Queda poco tiempo, y lo que no se hizo en cinco años es imposible que se atienda en los meses restantes. Menos en plena ebullición electoral. Hubo relevo en la Secretaría de Gobernación, área responsable de coordinar las acciones de seguridad. Peña Nieto no pudo solventar la promesa que hizo en su campaña, después de las duras críticas que hizo a su antecesor, Felipe Calderón Hinojosa.

Haciendo un recuento sobre homicidios dolosos, en enero de 2013 la tasa fue de 1.27, en enero de 2014 fue de 1.14; en enero de 2015 fue 1.05 y en enero de 2016 el registro alcanzó los 1.17 casos. Para 2017 ascendió a 1.56, y en 2018 ya son 1.73 en promedio.

De los estados más violentos está Colima. Su tasa de homicidios fue de 7.37 casos por cada cien mil habitantes en enero; es decir, casi cuatro veces más que la tasa promedio nacional. Le sigue Baja California con una tasa de 5.81 homicidios dolosos y en tercer sitio está Guerrero con un registro de 5.63 casos.

A pesar del ruido electoral, la inseguridad hoy está por encima de los mismos candidatos, quienes tienen la tarea de proponer qué hacer en la práctica para tratar de resolver el problema. Se esperan propuestas concretas.

Haberes
EL GOBERNADOR de Tabasco, Arturo Núñez, y presidente de la Conago, dijo que México y Estados Unidos deben verse como dos naciones que es necesario se complementen. Para nuestra entidad un trato justo y productivo con el vecino del norte abarca también su relación con los países centroamericanos. No olvidemos que Tabasco, Chiapas y Campeche son la puerta de entrada de los emigrantes.