El doble juego de la Federación con los recursos afecta a Tabasco

José Martínez
En la actual administración federal se han aprobado una serie de reformas en diferentes áreas, quizá la más conocida es la energética. Sin embargo, no es la única. Está la Fiscal, Laboral, Telecomunicaciones, Político Electoral y la Educativa.

En todas ellas hay compromisos incumplidos. Nos excedimos en las promesas para lograrlas, dicen algunos diputados federales, ante la falta de argumentos del por qué los aclamados beneficios no llegan. También le echan la culpa a los factores externos.

Lo cierto, es que a pesar de la poca o mucha resistencia, estas reformas fueron aprobadas tras años de intentos, pero con un Poder Legislativo sordo y sumiso a los caprichos del Ejecutivo federal. No escucharon los reclamos de la sociedad.

En el caso particular de la Reforma Educativa, llegó a cobrar vidas para su implementación. Los expertos señalaron desde el principio que no era una reforma que buscara mejorar la educación en México sino controlar a uno de los gremios más grandes y estratégicos de nuestro país: el magisterio, el cual se integró en uno de los sindicatos con más poder de Latinoamérica.

Para aprobar esta reforma hubo que desconocer a su anterior lideresa, hoy enferma y pagando una condena en su casa. Aunque, claro, con un historial negro.

Sobre el tema, los tabasqueños sufren las consecuencias de dicha reforma. Por un lado cortó las alas a cientos de docentes que solo se aparecían en quincena porque estaban comisionados a otro lugar, o de plano tenían su pista de aterrizaje en la Setab; aunque existen sus honrosas excepciones, quienes buscan reunir las evidencias necesarias para mantener su puesto de trabajo y lograr la calificación de Idóneo.

En ese marco, los centros educativos mantienen las carencias de siempre, sobre todo ante la falta de recursos para su mantenimiento.

Los profesores que no han logrado cumplir con dichas evidencias de trabajo fueron prácticamente desechados de forma automática por el sistema, y hoy existe un hueco enorme de maestros idóneos para dar clases.

Administrativamente los procesos quedaron en el ámbito estatal. Es el patrón de los maestros dicen algunos. Sin embargo, financieramente el control se encuentra en el ámbito federal, y de acuerdo a su disponibilidad presupuestal es como actúa. De ahí que la contratación sea por falta de liquidez, la que no fluye desde arriba, pero sí exige resultados en cada uno de los estados.

Primero fueron los maestros bajo la materia de inglés, que por obligación debe tener una escuela. Después fueron los idóneos, y hoy se descubre que el talón de Aquiles es por la falta de dinero.

En medio de este caos, los padres de familia ejercen presión para lograr que se les destine un maestro, y recurren a los cierres de edificios o carreteras. No serán los únicos casos, y ni la única entidad donde la federación simplemente dejó de depositar el pago de una partida al sector educativo.

La descentralización educativa debe ser completa o se puede volver un juego perverso contra aquellos estados en los que quieran crear atmósferas adversas al gobierno estatal. Todo en año electoral y bajo una reforma que no es equitativa. Los costos se la cargan a las entidades, y más si deben atender crisis como la del petróleo.

Haberes
ES NECESARIA una campaña intensiva para que la población identifique cuáles son los taxis piratas. No pueden andar por la vía pública unidades de este tipo de transporte sin placas o sin permisos. Las autoridades correspondientes deben actuar, sobre todo para la seguridad de los usuarios. Se requiere coordinación de acciones.