PRD nacional, una difícil etapa para conservar su identidad

José Martínez
Después de la salida de Alejandra Barrales como lideresa del Partido de la Revolución Democrática a nivel nacional, ¿alguien recuerda el nombre de la persona que se quedó en su lugar?, lo más seguro es que no.

Puede sostenerse que así está el partido solaztequista hoy, en una cuesta difícil para conservar su identidad. Podemos ayudarnos de la red de internet para ubicar al nuevo dirigente temporal: es Manuel Granados, y fue consejero jurídico del Gobierno de la Ciudad de México.

Lo anterior viene a modo porque en este asunto de la contienda por la Presidencia de la República, el Sol Azteca se unió al PAN y Movimiento Ciudadano para formar la coalición “Por México Al Frente”, donde para mala fortuna, al mencionar el nombre de Ricardo Anaya -quien la abandera- el PRD no figura, se bajo las banderas azules. Los emblemas amarillos cuyos ideales sociales por años viene construyendo, no se notan.

Anaya es igual a PAN. Eso se vio en toda la precampaña. Inclusive en Tabasco, tierra perredista, fueron los militantes del Sol Azteca los que tuvieron que llenar los auditorios para un partido de escasa presencia en la entidad. Ni Movimiento Ciudadano ni el PRD aparecen en primera fila. Quedaron a la sombra de un partido que hace seis años estuvo en el poder, y que históricamente se ubica a la derecha.

En un discurso de Jesús Zambrano en el 2017, señaló que su partido, a pesar de la coalición, no había perdido su parte ciudadana, porque era un activo permanente que tiene como fin atender las demandas sociales.

El legislador dijo que, al transformarse el Frente Ciudadano en la coalición “Por México al Frente”, de ningún modo se dejará de lado la atención a los planteamientos y propuestas de organizaciones sociales, colectivos y personalidades de distintos sectores que confiaron en esa apuesta como la vía de cambio en México.

Aseguró que las opiniones y planteamientos de todos los ciudadanos involucrados estarán incluidos en la Plataforma Electoral y el Programa de Gobierno registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y que, de prosperar, formarán parte de acciones a realizar en el transcurso de los próximos seis años.

Lo cierto es que las palabras de Zambrano, como dijera un colega, sólo se quedan en el discurso. La verdadera tarea de la dirigencia y militancia solaztequista es no ser absorbido por la ola azul.

El PRD tiene que cuidarse de no ser convertido en un satélite, como le sucede al PVEM con el PRI, un estigma que con el tiempo se quedó, y para siempre. Por fortuna, en caso de perder, cada quien irá a donde pertenecen, y de nuevo ambos se verán sus defectos.

La histórica izquierda perredista, cuyos principios y programas ayudaron para impulsar un cambio, quizá con Cuauhtémoc Cárdenas o el mismo Andrés Manuel López Obrador, ¿desapareció? La vemos desdibujada hasta ahora.

En la entidad, tal vez no pase lo mismo -es un caso distinto-, tal vez porque existe un PAN sin militancia, lo que debilita su presencia al igual que al partido Movimiento Ciudadano local, y sumado a un PRD en el poder. Las condiciones cambian. Los solaztequistas pueden consolidarse localmente, pero existe un alto riesgo nacional que eso no suceda.

Haberes
CIUDADANOS de Pomoca se quejan por la construcción que se conoce como la “Herradura”, un puente que sirve de paso para regresar a Villahermosa, pero que ven con muchos errores, lo que crea un caos vehicular. La obra fue realizada por especialistas del Colegio de Ingenieros de Tabasco A.C