Núñez pone el cascabel al gato:
ni caudillos ni independientes

José Martínez
Ni caudillos ni políticos sin partido (independientes) pueden estar en la Presidencia de la República. Por lo menos no en un futuro inmediato. Tan inmediato como el 2018. Así lo advirtió palabras más, palabras menos, el gobernador Arturo Núñez en un amplio y sustancioso discurso –sin duda polémico- que pronunció durante la entrega de unos premios juveniles de ensayo sobre la cultura política.

Aliados y adversarios reconocen en Núñez Jiménez su amplio conocimiento en materia electoral y de partidos. También su clara definición institucional. Él mismo ha dicho que tiene muy clara la división entre la ética de las convicciones –una conducta personal- y la ética de la responsabilidad –la conducta como autoridad. Tener en cuenta esta diferencia permite comprender el sentido de las importantes expresiones del también militante del Partido del Revolución Democrática (PRD), ex militante del PRI y fundador de la Agrupación José María Pino Suárez.

Con su permiso reproduciré algunos aspectos de lo expuesto por Núñez Jiménez un político con el que se puede estar en desacuerdo pero que sin duda tiene un enorme bagaje teórico y de experiencia práctica.

Expresó:
“Hoy ese sistema de  partidos –establecido en México- se está modificando y diría yo que está en crisis no de ahora. Los partidos políticos, como todas las instituciones representativas, el parlamento a la cabeza, están en crisis desde hace muchos años”.

“Sin embargo, también hay que decirlo, el hecho de que los sistemas de partido tengan problemas severos no implica reemplazarlos por alguna otra cosa, porque todavía la humanidad no inventa instituciones mejores que las instituciones representativas”.

“De tal manera que uno de los retos que enfrenta hoy nuestro sistema de partidos, y hay que cuidarnos de que desparezca el sistema de partidos, porque volver a los personalismos, a los caudillos, a los mesías, puede ser más terrible para el país que el sistema de partidos mal funcionando”.

“De momento queremos rechazar a los partidos y ahora por ejemplo, hay un entusiasmo inusitado por la candidatura independiente. Este es el gran descubrimiento de la elección de 2015 y no se toma en consideración el diseño que significa para el funcionamiento del sistema político, sistema electoral, sistema de gobierno y sistema de partidos, el diseño institucional respecto de las candidaturas independientes”.

“Hoy pretenden contraponerse candidatos de partido y candidatos independientes, desde luego hay que decirlo con toda claridad, sin ninguna duda, bienvenidos los candidatos independientes.”

Pero –dijo Núñez- con firmeza y conocimiento, “un sistema de partidos no podrá ser sustituido por el mejor sistema de candidatos independientes”. Apuntó coloquialmente: “imagínense a un llanero solitario que no tiene aliados en las demás instituciones que hacen funcionar al sistema político. Podría ser un desastre”.

Haberes
Hay materia para un intenso debate. Sin personalizarlo, hay que ir al fondo.
No faltará quien lo relacione específicamente con Andrés Manuel López Obrador, quien ha tenido palabras poco comedidas hacia sus adversarios y hasta para antiguos aliados, pero el tema es la responsabilidad institucional que se debe asumir para gobernar un país, un estado o un municipio. Como se dice coloquialmente: no es lo mismo ser borracho que ser cantinero.