Corte de Caja
Anuncian lluvias intensas; no olvidar la gestión del riesgo José Martínez Los pronósticos son alarmantes. Se asegura que “lloverá como nunca”, algo que ya hemos escuchado otras veces. Hace apenas unas semanas lo que se extrañaba era la falta de precipitaciones. Los torrenciales aguaceros y los huracanes se habían concentrado en el norte del país […]
21 de octubre de 2015

Anuncian lluvias intensas; no olvidar la gestión del riesgo

José Martínez
Los pronósticos son alarmantes. Se asegura que “lloverá como nunca”, algo que ya hemos escuchado otras veces. Hace apenas unas semanas lo que se extrañaba era la falta de precipitaciones. Los torrenciales aguaceros y los huracanes se habían concentrado en el norte del país y en algunas zonas costeras hacia el Océano Pacífico. Dos meses antes, a mediados de agosto, los científicos pronosticaron que de acuerdo a las áreas geográficas tendríamos condiciones extremas. Desde inundaciones devastadoras hasta sequías catastróficas.

Ayer la Secretaría de Marina emitió un comunicado dirigido a la coordinación general de Protección Civil de Tabasco. Este “Aviso de norte”, advertía sobre un fenómeno con “probabilidad de evolución a ciclón tropical en las próximas 48 horas”, un sistema que estría “ocasionando lluvias de muy fuertes a intensas sobre el Centro, Sur de Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo”. Claro que esta alerta de la Semar llamó la atención.

De inmediato se advirtió que Tabasco está lejos de volver al registrar aquellas condiciones de riesgo del 2007, cuando varios factores se sumaron para tener como resultado un desastre. Desde las circunstancias climáticas, pasando por la negligencia y la acumulación de una serie de descuidos. De entonces a esta fecha se han tomado una serie de medidas, aún insuficientes pero que en algo han permitido disminuir los riesgos. Lamentablemente se atacan unos factores y surgen otros.

En la perspectiva de los científicos del Centro de Predicciones de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), el fenómeno conocido como “El Niño” -un calentamiento del Océano Pacífico, principalmente a lo largo del ecuador-, este año es “considerable y se está fortaleciendo”.

Indicaron estos estudiosos que “hay una probabilidad superior al 90% de que El Niño se prolongue a lo largo del invierno 2015-2016 del hemisferio norte y alrededor de un 85% de probabilidades de que se prolongue hasta la primavera de 2016”. Se podría tener un fenómeno tan intenso o más que el de 1997 cuando hubo un caos climático en todo el mundo. En 1998, como resultado de ese caos, el planeta registró uno de los años de más altas temperaturas.

No se trata, claro, ni de sembrar la alarma –lo que sí ocurre cuando se insiste en presentar un fenómeno sin establecer los contextos, ignorando las circunstancias-, ni tampoco de minimizar el riesgo. La Secretaría de Marina, por ejemplo, recomendó lo que ya debería ser parte de una cultura de protección: extremar precauciones en zonas costeras y serranas, tener precaución ante posibles deslaves y evitar el cruce de ríos, en el tránsito en carreteras, caminos rurales, vados y puentes.

Lo importante en el caso tabasqueño es no bajar la guardia. Las autoridades de la Sernapam, Protección Civil, Secretaría de Gobierno, entre otras, deberán estar vigilantes de que se cumplan cada una de las acciones y previsiones. Al mismo tiempo, los legisladores –ocupados más en correr tras el siguiente cargo- tendrían que estar atentos para que se cumplan los compromisos del presidente Enrique Peña Nieto en materia del Plan Hídrico.

Son 185 acciones en las que empeñó su palabra el mandatario federal ante el gobernador Arturo Núñez. Estas acciones incluyen el dragado de los ríos, la construcción de protecciones marginales y obras de infraestructura. Esto último parecería un trabajo de nunca acabar ante la permanente y creciente ocupación de zonas de riesgo.

Haberes
¿Habrá que recordar que existe algo que se denomina “gestión del riesgo”?

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