PRI, con su mejor carta a la gubernatura, pero falta la unidad

José Martínez
En estas elecciones el PRI local tiene la oportunidad para jugar un papel importante. Desde el 2012 cuando perdió la gubernatura, diez municipios, incluyendo el más importante, el Centro, así como 18 de 21 diputaciones contra el PRD, inició su caminar prácticamente solo, sin adaptarse a ser oposición, un lugar que fue dibujado por las acciones de los propios priista, al menos, así lo han reconocido.

El partido, por sus características, siempre mostró una virtud: ir en unidad. Sin embargo, ese emblema se fue diluyendo, a tal grado que varios de sus cuadros prefirieron dejar años de militancia, e incluso, de una manera cruda, algunos declararon que al no obtener candidaturas, prefirieron pasar a 16 de Septiembre a dejar sus renuncias.

Ahora, después de varias dudas, a finales de diciembre de 2017, se despejó la incógnita para definir quien representaría la figura más importante, en este caso, la gubernatura de ese partido, y luego de tener en una lista a Benito Neme, Nicolás Bellizia e Ignacio Lastra, al final la balanza estuvo favor de Georgina Trujillo como precandidata.

Corresponde a la diputada federal marcar línea, y tender los puentes con el fin de tratar de dar otro rostro. Una definición nada fácil, pero de acuerdo a la experiencia de la legisladora será una prueba que debe enfrentar, porque como lo ha dicho, se necesita un nuevo enfoque en la política.

En una entrevista, la ex alcaldesa de Centro, puntualizó que hoy existen diferentes tonalidades en la política, y es urgente definir bajo qué necesidad ir trabajando, sobre todo mostrar institucionalidad, un concepto que varios de los militantes del PRI vienen olvidando, y es el punto neural donde se debe poner atención, aunque no solo es una falta exclusiva del tricolor.

Una de sus primeras declaraciones el día de su registro fue que se debe establecer prioridades, pero igual respetar el proceso electoral para garantizar una contienda de equidad.

Sabemos que no peca de ser improvisada, y con mucha razón, su trayectoria en la función pública le avala, no sólo dentro del estado sino fuera de éste, quizá una de las mujeres con más preparación y que en el PRI representa la mejor carta.

Faltan algunos meses para la definición. Los militantes priistas deben pensar en su partido, y no caer en el terreno personal, como sucedió –lo más reciente- con la decisión de Jenny Aguilar, una ex diputada de Tacotalpa, quien no pudo ser elegida para competir, y abandonó al PRI.

Son tal vez los juegos del poder que no abonan para llegar a una meta, y como esos detalles, la ahora precandidata tendrá que sortear y buscar las soluciones para que no afecten en su campaña.

El mismo gobernador Arturo Núñez lo comentó en su momento: “no se puede dar por muerto al PRI”, aunque es la propia militancia quien se alejó de ese principio básico que con los años consolidó, y que ahora se desmorona: la unidad.

Haberes
EL IEPCT detectó más de 26 mil firmas con inconsistencias entre los aspirantes independientes. Lo que más registraron fue duplicidad de la credencial, vigencia de la misma o bien que no pertenece al distrito o alcaldía del cargo que se busca. Cuando algunos pensaban que por esta vía estaría una diferencia para hacer política, igual cayeron en los señalamientos.