Corte de Caja
Tabasco sigue esperando un trato justo y recíproco José Martínez Quizá sea la última visita que el presidente Enrique Peña Nieto le haga a Tabasco. Su mandato poco a poco se está extinguiendo, y las precampañas van opacando su reinado ese que inició en 2012. Es el ciclo sexenal, cuando comienza a aparecer en el […]
24 de enero de 2018

Tabasco sigue esperando un trato justo y recíproco

José Martínez
Quizá sea la última visita que el presidente Enrique Peña Nieto le haga a Tabasco. Su mandato poco a poco se está extinguiendo, y las precampañas van opacando su reinado ese que inició en 2012. Es el ciclo sexenal, cuando comienza a aparecer en el horizonte la sucesión.

La relación entre la federación y el estado de Tabasco siempre fue complicada. Podemos observar que faltó ese acompañamiento por parte del Presidente para que a la entidad le fuera bien, y sobre todo el rescate económico después de que Pemex dejó de producir petróleo en las cantidades acostumbradas, y a más de 3 mil empleados les abrieran las puertas para quedar prácticamente como agentes libres. Sin plazas de trabajo.

En el sentir de los ciudadanos se formó la percepción de que Peña Nieto abandonó a los tabasqueños. Siempre se esperó una solidaridad con el estado, sobre todo ante el desempleo catastrófico que se le vino encima, y luego la inseguridad, dos factores que a la fecha golpean a Tabasco, y que es necesario ir disminuyendo. Pero se necesita el apoyo desde Los Pinos, aunque hoy, a pocos meses de bajar la cortina, resulta muy difícil que se reactive la economía.

Otro factor que golpeó al sureste fue la famosa reforma energética, justo cuando el agotamiento de la reserva en Cantarell. El resultado fueron una serie de medidas como los llamados “gasolinazos”, donde el juego del mercado libre agarró a nuestros empresarios y a los consumidores sin estar preparados. Las consecuencias inmediatas obligarán al gobierno federal a revisar su estrategia.

Mientras, existe lamentablemente un balance negativo para los tabasqueños. Sin embargo, a pesar de la lejanía del centro para el Sureste, el gobernador Arturo Núñez siempre mostró una política de respeto hacia el Jefe del Ejecutivo, sin menoscabo de un reconocimiento institucional. La historia registrará la conducta mesurada y de político profesional del mandatario tabasqueño.

A pesar de ser la oposición, y derivado de ese respeto de Núñez Jiménez, en su momento fue blanco de críticas de quienes querían un planteamiento más confrontado. Una y otra vez el mandatario tabasqueño puntualizó que no es con el enfrentamiento sino bajo el diálogo como se logran las buenas acciones.

Un sector, que no fue ajeno al abandono, fue el turismo. Desde esa trinchera, la presidenta del gremio, Beatriz Milland, destacó que a Tabasco le hizo falta mayor apoyo por parte del gobierno federal. “Consideramos que llevamos más de dos años viviendo tiempos muy difíciles y como tabasqueños hemos levantado la cara y hemos tratado de sacar adelante las cosas, pero si hemos estado solos” en las actuales circunstancias, destacó.

En esta última ocasión Peña Nieto inauguró un tramo del Libramiento de Villahermosa que se construye desde hace más de cinco años. Para ser exactos, la obra data de hace nueve años cuando el Ejecutivo Federal era encabezado por Felipe Calderón.

A pesar de ese corte de listón, en el estado se le reclama porque aún no se cuenta con los seis distribuidores viales para Villahermosa comprometidos en 2012.

Peña había dicho que Tabasco sería un “aliado” estratégico en este sexenio, pero poco a poco se fue diluyendo la esperanza de que por fin fuera la hora del sureste. No por una cuestión de caridad, sino de justicia. El desarrollo de esta región es condición para una mejoría en el país.

Haberes
ANDRÉS Manuel López Obrador también estuvo en Tabasco. En una entrevista de radio insistió que a la entidad le irá bien con la refinería y con la Secretaría de Energía que propone descentralizar. Planteamiento polémico, pero útil para debatir.

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