Medidas urgentes, lo que se requiere contra el crimen

José Martínez
El secretario de Seguridad Pública de Tabasco, el general Sergio Martínez Luis se comprometió a presentar semanas al sector empresarial, en un plazo máximo de tres semanas, un plan para aplicar “medidas urgentes” contra la delincuencia. El objetivo, dijo, es reducir los índices delictivos que permita fortalecer el desarrollo económico y atraer la inversión. De acuerdo a lo dicho por el funcionario ese plan será resultado de un diagnóstico integral de la problemática en la entidad y de las propuestas de diversos sectores, entre estos de la iniciativa privada.

Entre algunas de las acciones inmediatas anunciadas por el jefe policiaco está la coordinación con la Fiscalía General, a cargo de Fernando Valenzuela, para investigar el robo a los clientes de bancos que realizan retiros de cantidades considerables de dinero. Este “programa de acompañamiento”, en respuesta a la petición de los empresarios, se solicita de manera específica con 72 horas de anticipación.

Muchos y complejos son los problemas que debe atender la Secretaría de Seguridad Pública en Tabasco como resultado de los rezagos, pero también por el desplazamiento de las actividades criminales, el crecimiento poblacional y los efectos de la marginación en varios sentidos.

En particular me parece que un esfuerzo especial deberá dedicarse a atender la cuestión de la alta percepción de inseguridad, que no necesariamente tiene que ver con una mayor o menor incidencia de delitos. Muchas veces la percepción es resultado de la manera como se difunden los sucesos relacionados con la delincuencia y hasta los meros dichos.

En este asunto los rumores tienen un mayor espacio para ser introducidos y lo más preocupante es que aún personas con una supuesta formación que los haría incrédulos a las versiones más descabelladas participan de un juego peligroso: minar la credibilidad de los gobiernos en materia de combate a la delincuencia. Se comprende la lucha político partidista, en donde pareciera que valen todos los medios, pero resulta un error y una acción que puede revertirse el no separar lo ilícito de lo legalmente exigible.

Llama la atención que en una reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), Tabasco aparezca como el estado ubicado en segundo sitio nacional en percepción de inseguridad; aunque en otros registros no sea nuestra entidad la que esté en los primeros diez con mayor criminalidad. Existe un abismo entre cómo se percibe el riesgo y lo que realmente sucede. Es un tema para los especialistas.

En el caso de los empresarios, éstos pidieron a las autoridades tabasqueñas que se concluya el establecimiento del mando único que implicaría la desaparición de las policías municipales y la integración de una sola policía estatal. Este es un tema sobre el que, a pesar de haber un compromiso gubernamental, aún no están claros su beneficios; experiencias recientes, como las de Jalisco, indican que la concentración del poder puede llevar a una mayor ineficacia y corrupción. Veremos.

Haberes
MIENTRAS más transcurre el tiempo más claro está que una nuevas elecciones para el municipio de Centro implicarán más gasto de dinero y desperdicio de tiempo. A la capital tabasqueña le urgen cambios. Lo demás es pensar sólo en intereses particulares. Por cierto, en la eventualidad de tener que nombrar un concejo municipal todo indica que le tocaría los nuevos legisladores…en donde no hay mayoría definida. Ah, y estará ahí un maloso y relajiento.