Corte de Caja
La cátedra García Detjen, una valiosa iniciativa José Martínez Sin duda que una comunidad puede mejorar en la medida en que se pongan como ejemplo las buenas prácticas y la excelencia de las personas. No me cabe duda, como a muchos otros que lo conocieron, que uno de los valores más destacables que ha tenido […]
14 de octubre de 2015

La cátedra García Detjen, una valiosa iniciativa

José Martínez
Sin duda que una comunidad puede mejorar en la medida en que se pongan como ejemplo las buenas prácticas y la excelencia de las personas. No me cabe duda, como a muchos otros que lo conocieron, que uno de los valores más destacables que ha tenido Tabasco en las recientes tres décadas es nuestro amigo y ex colaborador Lácides García Detjen, fallecido recientemente a la edad de 65 años. Precisamente por iniciativa del presidente del Instituto de Administración Pública (IAP), en Tabasco, presidido por Ángel Carballo, ayer fue instalada la cátedra que lleva el nombre del ilustre mexicano-colombiano, como homenaje y prototipo del ciudadano y del ser humano.

De la obra y vida de Lácides García hablaron sus colegas y amigos Emilio de Ygartua, actual subsecretario de Educación; Álvaro Ruiz Abreu, reconocido escritos y amigo entrañable del homenajeado, así como Víctor M. Sámano, periodista.

Cada uno de los aspectos de la vida y obra de Lacho, como se le conocía afectuosamente, fueron referidos en la sesión de ayer convocada por el IAP en el marco de la Semana Académica de la institución: las aportaciones de este querido personaje a la educación, la cultura y la docencia; su amplia labor editorial y de promoción de la lectura, junto a su extraordinaria vocación de lector disciplinado y compartido; sus contribuciones al periodismo, la comunicación y la cultura política ciudadana.

Recordemos que Lácides García llegó a México a principios de los años setenta. Originalmente con destino a estudiar en Santiago de Chile, un golpe militar en contra de Salvador Allende –personaje al que admiraba- lo terminó trayendo a México y posteriormente a Tabasco donde tuvo plena realización personal aportando lo mejor de sus frutos como intelectual comprometido socialmente.

Originario de Barranquilla, Colombia, este tabasqueño por decisión, fue profesor y funcionario de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), sí como rector de la Universidad Olmeca, cargo que desempeñó en los recientes 13 años hasta su lamentable fallecimiento.

Su deceso ocurrió cuando estaba “en la plenitud de su actividad creadora”, como bien lo dijo en una entrevista el ex rector de la UJAT Jorge Abdó. Efectivamente, como bien lo dijo uno de los participantes en el foro del IAP, el amigo Lácides dejó pendientes por lo menos tres libros a los que había dedicado una gran parte de su talento: un estudio sobre Andrés Iduarte y otro sobre Francisco J. Santamaría, al igual que una novela en la que uno de los personajes principales sería un tipo parecido a Tomás Garrido Canabal. Eso nos confirma el amor que el originario de Barranquilla profesó por lo tabasqueño.

La cátedra que con su nombre fue instalada ayer se propone realizar una actividad cuatrimestral que podrá incluir seminarios, talleres, conferencias, foros, en temas sobre gobierno, administración pública, filosofía política, ética pública, medios de comunicación, entre muchos otros que formaron parte de la vasta cultura e intereses de quien bien merece este reconocimiento.

Destacar este tipo de valores es lo que nos puede ayudar  a los tabasqueños a mejorar nuestra calidad de vida en lo individual y colectivo, comprender como lo enseñó Lácides García que la cultura es parte fundamental del espíritu humano.

Haberes
ESTE MIÉRCOLES en el mismo foro del IAP se hablará de la vida y obra de otro gran tabasqueño, el ex gobernador Mario Trujillo, quien renovó la administración pública de la entidad de tal forma que el premio anual que entrega esa institución lleva su nombre.

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