Corte de Caja
Corrupción, un mal que desemboca en varios niveles José Martínez La lucha contra la corrupción continúa a nivel nacional y estatal, sobre todo por las expectativas con los nuevos sistemas nacionales y estatales en el tema anticorrupción. A nivel nacional parece que no ha permeado esta nueva cruzada, y los políticos de siempre continúan su […]
25 de octubre de 2017

Corrupción, un mal que desemboca en varios niveles

José Martínez
La lucha contra la corrupción continúa a nivel nacional y estatal, sobre todo por las expectativas con los nuevos sistemas nacionales y estatales en el tema anticorrupción. A nivel nacional parece que no ha permeado esta nueva cruzada, y los políticos de siempre continúan su vida normal.

Hace unos días el Presidente de la república, Enrique Peña Nieto, quiso justificar esas situación argumentando que estos escándalos se deben a personas mal intencionadas que en todo sus acciones quieren encontrar algún acto de corrupción, y que son magnificados en las redes sociales.

Mientras Peña Nieto expresaba lo anterior, su brazo derecho en el senado de la república, Emilio Gamboa Patrón, era exhibido usando un helicóptero del Estado Mayor Presidencial que despegó del campo Marte, suspendiendo un entrenamiento de atletas de alto rendimiento que usaban en ese momento dicho espacio.

Evidentemente no es un caso aislado, y el mal ejemplo de la cabeza ha cundido en el resto de la administración pública. Quién puede tener la calidad moral suficiente dentro de la actual administración como para reclamar a los funcionarios menores una mala actuación.

Si el titular de la Secretaría de la Función Pública exoneró al mismo Presidente de la República y a su esposa por la adquisición de una casa en condiciones nada claras, y el interino en la titularidad de la PGR desconoció al responsable de la Fepade por atreverse a investigar a uno de los ex colaboradores del mandatario federal por la presunta entrega de recursos provenientes de la petrolera Odebrecht, a Emilio Lozoya.

El mensaje que se envía a los niveles intermedios y bajos es claro, por lo que podrían estar preparando con entusiasmo y adelanto el “año de Hidalgo”. El cinismo y la corrupción se han convertido en una losa que cargarán los partidos en los próximos comicios. Ha sido el sello de Los Pinos en la actual administración.

Tabasco no ha estado exento de esta situación, sin embargo, el manejo ha sido la diferencia. Hace unos días se dio a conocer el caso de algunos empresarios locales y foráneos que son extorsionados por ayuntamientos, que a cambio de otorgarles los permisos para instalarse en esas demarcaciones les piden grandes cantidades de dinero a la mano.

Ante esa situación el asunto llegó a manos de la Contraloría, y en la Secretaria de Desarrollo Económico ya están interviniendo, lo mismo que desde la Secretaría de Gobierno. Es inaceptable que en un estado tan golpeado por la crisis se estén obstruyendo de esta manera las inversiones.

En una irregularidad detectada en Base IV, allá en Ruiz Cortines, fue despedido un grupo de personas por la red de corrupción que tenían en esa área. A los aviadores de la SETAB se les cerró la pista que tenían al interior de la dependencia. No se han tolerado estas situaciones que ponen mal a la actual administración porque se ha actuado a tiempo.

Si solo existe la denuncia y ninguna sanción o consecuencia, se estará promoviendo la impunidad y fomentando la corrupción institucional.

Se espera que, en la integración del Sistema Estatal Anticorrupción con ciudadanos idóneos pueda fortalecerse el objetivo de evitar que se repitan casos como el llamado “gran saqueo” de Tabasco, pero también para ir cimentando una cultura del manejos escrupuloso de los recursos públicos.

Haberes
El diputado Juan Manuel Fócil expresó su desacuerdo por los mecanismos del inminente relevo en la dirigencia estatal del PRD. Integrante de su corriente ADN, el también diputado Candelario Pérez concluye su mandato. Se avecina un “choque de tribus”. Lo sensato es evitar la confrontación.

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