Corte de Caja
Corrupción e impunidad, acciones y reacciones José Martínez A principio de esta semana el presidente Enrique Peña Nieto asistió a un foro organizado por un medio de comunicación nacional donde uno de los argumentos en su participación, dio la nota. Al morado de Los Pinos se le ocurrió comentar que la gente quiere ver corrupción […]
18 de octubre de 2017

Corrupción e impunidad, acciones y reacciones

José Martínez
A principio de esta semana el presidente Enrique Peña Nieto asistió a un foro organizado por un medio de comunicación nacional donde uno de los argumentos en su participación, dio la nota. Al morado de Los Pinos se le ocurrió comentar que la gente quiere ver corrupción en cada evento que sucede en su administración, y según él estos actos se han combatido de manera eficaz.

Señaló que ahora las redes sociales de internet se encargan de magnificar estas acciones. Paradójicamente esta declaración se daba unas horas después de que el coordinador del PRI en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón, fue exhibido abordando un helicóptero del Estado Mayor para ir a jugar golf con Peña Nieto. Un hecho irregular.

Peña Nieto quiso minimizar que en su gobierno los actos de corrupción han sobrepasado los niveles permitidos, o por lo menos con escándalos que trascienden las fronteras. De esto ni la familia presidencial se ha salvado.

Hoy, es difícil olvidar el suceso de la “Casa Blanca”, propiedad de la señora Angélica Rivera, esposa del Presidente. Un inmueble lujoso pagado con recursos de origen oscuro. Otro asunto reciente es el llamado socavón de Morelos que cobró dos vidas a causa de la corrupción institucional en la SCT. Los autos de lujos del hoy ex Procurador de la República, emplacados en otra entidad para evitar el pago de tenencia. Sobran ejemplos del uso de recursos públicos para fines privados.

Sin embargo, es importante recordar que el problema de la corrupción no es un asunto exclusivo de México, pero sí nuestro país ocupa los primeros lugares en la impunidad. Ese manto protector que se extiende por encima de quienes se han beneficiado del dinero de la sociedad mexicana e impide sean tocados, y en el peor de los casos, pasar unos años detrás de las rejas y después salir para disfrutar de lo malhabido.

Muchos accionan tratando de ocultar lo mejor posible sus fechorías, borrando evidencias y dejando la menor documentación o compartiendo las ganancias con quienes los podrán ayudar en caso de ser descubiertos. Es decir, no son casos aislados. Son resultado de un andamiaje ilegal que permite generar ganancias a costa del perjuicio social.

Estas acciones contra del erario se enfrentan a una sociedad liderada por periodistas y activistas hartos de dichas situaciones, y que muchas veces se conforman con exhibirlos en las redes de internet, esperanzados que la sociedad les cobre sus errores en las urnas, o en el mejor de los casos sean removidos de sus puestos públicos.

Es difícil saber con exactitud si los actuales niveles de corrupción son mayores a los de años atrás; sin embargo, lo que se puede asegurar es que los niveles de impunidad se han consolidado y fortalecido cada vez más, y permite asegurarle la tranquilidad económica a quienes se benefician.

Posiblemente en este sexenio se haya combatido más la corrupción, aunque los pobres resultados la promueven. Pero también es cierto que ahora están más expuestos a la vigilancia pública.

No es casualidad de quienes durante años se han enriquecido con estos mecanismos, se resistan a soltar su fuente inagotable de riqueza. Pero también ya podemos contar a algunos ayer poderosos, hoy tras las rejas.

Haberes
REGIDORES DE Macuspana volvieron en contra del alcalde José Eduardo Rovirosa, en el congreso local presentaron un folder con pruebas que desmienten la cuenta pública 2016 que presentaron las autoridades de aquel municipio. Esperemos que se indague a fondo y no le den carpetazo a las carpetas.

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