Corte de Caja
Morena, su bancada, y la salida de Candelaria; desafíos de la democracia José Martínez En el año 2015, por primera vez el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador obtuvo cuatro diputaciones locales en Tabasco, que dicho sea de paso la mayoría llegaron por la vía del azar, y no por sus cualidades o experiencia […]
4 de septiembre de 2017

Morena, su bancada, y la salida de Candelaria; desafíos de la democracia

José Martínez
En el año 2015, por primera vez el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador obtuvo cuatro diputaciones locales en Tabasco, que dicho sea de paso la mayoría llegaron por la vía del azar, y no por sus cualidades o experiencia política. En el camino se aprende, o simplemente se quedan con sus limitaciones.

El uso de la tómbola o insaculación rápidamente cobró la factura dentro del trabajo de sus diputados al interior del Congreso, y en su permanencia partidaria. Desde sus primeras apariciones públicas como legisladores por lo menos quienes llegaron por la vía plurinominal dejaron claro sus deficiencias en su léxico y la pobreza de sus argumentos. Se habla como se piensa, dice el filósofo. La situación podría haberse subsanado con el trabajo de sus asesores, sin embargo, tampoco se reflejó.

Solo una de las diputadas de la fracción morenista, ha pasado la prueba de la responsabilidad. Aunque evidentemente todavía debe superar limitaciones. Sin embargo ha hecho honor a su partido de manera que ya la consideran para la terna que buscará la candidatura del senado: María Luisa Somellera. Estará en la encuesta que definirá la primera fórmula para un partido que confía en el “efecto López Obrador”.

Desde el inicio de la actual legislatura, la dirigencia estatal de Morena había dejado de sentir como suyos a los diputados locales, y los había dejado libre en su actuación. ¿Fue un enredo premeditado?

Con todo esto, el primero que cayó ante las diferencias con la dirigencia estatal de su partido fue Juan Pablo de la Fuente Utrilla, a quien le siguió el diputado José Atila Morales Ruiz. Ambos renunciaron a Morena y decidieron integrarse a la bancada del PRD.

Por lo que, con dos diputadas, Morena siguió manteniendo una fracción parlamentaria en el Congreso. Misma que era liderada por Candelaria Pérez hasta hace unos días. Inexplicable jefatura debido a sus limitaciones, aunque quizá otros calcularon que eso era preferible; los ciudadanos y la militancia fueron lo de menos.

Esta diputada, fue descalificada en las encuestas para el Senado e impedida para entrar a las reuniones de decisión de su partido. Tarde para remediar una mala decisión.

En días recientes se anunció el cambio de la coordinación de la fracción de Morena. Candelaria Pérez fue relevada por la comalcalquense María Luisa Somellera. En el reparto inicial de las comisiones, a Morena le correspondió la de Educación y Cultura. Ahora la diputada Pérez quiere presidir esa instancia. Pero la señora no ha mostrado dotes legislativas, ni siquiera un nivel aceptable de cultura. Las comisiones no deben ser de los partidos, sino que tienen que reflejar un compromiso serio de la representación popular.

Comenzará en breve un nuevo periodo ordinario de sesiones. De hecho el que va de septiembre a diciembre es el último en condiciones más o menos normales. En enero ya estaremos en plena contienda electoral.

Muchos diputados se irán abiertamente a una campaña por la reelección. Otros estarán buscando dar el salto a una posición federal o tratar –muy difícil- amarrar un salto hacia los municipios.

Morena debe aprender de esta experiencia. También los ciudadanos. No basta con la legitimidad al interior; tampoco puede eludir su responsabilidad como partido mediante “tómbolas”. El juego de la política es cosa seria.

Haberes
ERA CUESTIÓN de tiempo: Dolores Padierna y René Bejarano dejaron al PRD para sumarse a López Obrador. Esta semana el debate a fondo: qué alianzas construirán los partidos. Ayer Morena y PRD tuvieron sus consejos nacionales. Aceleran la carrera al 2018.

Compartir: