Corte de Caja
El PRI ante los desafíos de la desconfianza ciudadana y mayores opciones José Martínez El presidente Enrique Peña Nieto quiere jugar al héroe, inyectar energía a una militancia que no cree más en su partido. Y no es sólo el caso del PRI, en todos los partidos hay desconfianza. Con una chamarra en color rojo […]
15 de agosto de 2017

El PRI ante los desafíos de la desconfianza ciudadana y mayores opciones

José Martínez
El presidente Enrique Peña Nieto quiere jugar al héroe, inyectar energía a una militancia que no cree más en su partido. Y no es sólo el caso del PRI, en todos los partidos hay desconfianza. Con una chamarra en color rojo y como si estuviera en un concierto musical, Peña alzaba los brazos, gritaba y empuñaba las manos en la Asamblea Nacional del PRI.

Celebró lleno de ilusiones -según él- los méritos de su gobierno. Para tratar de convencer dijo que ha creado 3 millones de empleos formales. Que el salario mínimo se ha recuperado al 12%. Imagine que, con dichos logros, el país cuenta con más de 55 millones de pobres.

Sostuvo que los otros partidos pretenden denostar al PRI. Confirmó que han actuado con firmeza contra quienes traicionaron a México. Sabemos que fue una estrategia que formaron antes de las elecciones en el Estado de México, con el fin de enfrentar los saldos de las votaciones del 2016, cuando perdieron la mayoría de las gubernaturas en juego.

Ni con el mejor discurso, el Presidente puede esconder la corrupción que impera, así como el crecimiento de narcotráfico, además de la violencia en casi todos los estados, sin dejar a un lado la desigualdad, la falta de hospitales, medicamentos y el analfabetismo.

Esas son las realidades con las que vive México, y no la visión idílica que desean hacer creer, luego de un partido que cayó al tercer lugar en las preferencias electorales, y en lo personal, con sólo un 17 por ciento de aceptación, el más bajo en la historia.

En la Asamblea se esperaba que renaciera el “ungido”, pero igual, nada pudo hacer o no quiso adelantar un fracaso presidencial, aunque algunos miraban de reojo al externo, José Antonio Meade, a quien consideran como una pieza clave en el destape.

Otro de los que figuraron fue Aurelio Nuño Meyer, a quien no se mencionó, pero sí a la reforma educativa, sinónimo del funcionario.

Las palabras se quedaron entre los 10 mil delegados que asistieron al evento, pero en definitiva no hubo mayor eco, porque faltaron temas por ¿presumir?, como salud, la seguridad y una agenda política fuerte.

En Tabasco, el delegado del PRI reconoció que su partido tiene un horizonte nublado en las elecciones del 2018, ya que está en tercer sitio. Una posición que difícilmente podrá remontar.

Palabras nada alentadoras para quienes busquen ser candidatos en la entidad, y por supuesto que fueron reacciones equivocadas por parte de Salomón Azar. En su papel, debió usar la lógica, por lo menos brindar ilusiones como lo hizo Peña Nieto cuando gritaba en la Asamblea que retendrán la Presidencia, y que se llevarán el carro completo.

¿Serán otras las circunstancias? ¿Fue una estrategia de Salomón Azar?, o realmente cuenta con el pulso político para atreverse a enterrar al partido que le ha dado posiciones de elección popular. Este es el PRI ¿renovado?

Haberes
MILEYDI Aracely Quevedo, delegada del Consejo Nacional de Fomento Educativo en Tabasco, quien presumía números en la dependencia que tiene a su cargo, todo con el fin de que la tomaran en cuenta para una candidatura para la presidencia municipal de Cunduacán, y al ver que ya no tiene futuro político, ahora declara que ya no puede con el paquete educativo. Dice que pronto tirará la toalla, ya que el problema para ella es el dinero.

Muy activo, el senador Fernando Mayans puntualizó que nunca ha dejado de estar presente en Tabasco. Desde hace más de 15 años tiene abiertas sus casas de gestión en la entidad, dijo.

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