Corte de Caja
Benito Neme Sastré, una semilla que no germina en el Edén José Martínez El nombre de Benito Neme Sastré, quien dirige hoy Capufe, curiosamente se convirtió en un comodín en fechas electorales. Apadrinado en Tabasco por el actual delegado de la Sedatu, Hernán Barrueta, secretario particular de su padre cuando fue gobernador, y coincidentemente, es […]
10 de julio de 2017

Benito Neme Sastré, una semilla que no germina en el Edén

José Martínez
El nombre de Benito Neme Sastré, quien dirige hoy Capufe, curiosamente se convirtió en un comodín en fechas electorales.

Apadrinado en Tabasco por el actual delegado de la Sedatu, Hernán Barrueta, secretario particular de su padre cuando fue gobernador, y coincidentemente, es quien lo invita en estas fechas a su cumpleaños, cuyo fin también es presentarlo a la clase política, ese mínimo grupo que acudió a partir el pastel. Aunque hay otro pastel entre sus cálculos.

El fin es sembrar la semilla como el posible destape a la gubernatura de Tabasco, semilla que de plano no quiere germinar, porque desde hace algunos años se viene abonando. Como que la tierra de Tabasco no es muy fértil para Neme Sastré, o de plano es un mal producto.

Aunque Hernán Barrueta debe entender que su estrategia pasó de moda, no es funcional, sobre todo porque en el PRI hay rupturas fuertes -como en otros partidos-, y que ese “destape” de nuevo le falló.

El titular de Capufe por seguir esa línea se ha confundido, porque atrás quedó la historia de recibir a los ungidos que venían del centro del país, esos que traían la venia del presidente de la República, y eran recibidos en el aeropuerto con música, comida y pancartas de apoyo.

Los ciudadanos quieren ver un candidato -de cualquier partido- que vaya a ras de suelo, plenamente identificado, que no salude de manera virtual, y sobre todo, que su historial no esté manchado por la corrupción.

Benito Neme, quien presume un compadrazgo con Enrique Peña Nieto, de entrada, no cumple con esos requisitos. Su estancia en Tabasco es mínima (sólo se le ve en cada cumpleaños de Barrueta), y atrás tiene un expediente oscuro, lo más reciente, la corrupción millonaria en Capufe.

Una información confidencial filtrada a los medios empezó a cavar su tumba, se trató de obras para beneficiar a empresas que ganaron licitaciones por 770 millones de pesos, acción que el mismo PRI pidió ser investigada bajo la vía de la ley de responsabilidades de los servidores públicos.

Por su parte el funcionario dijo desconocer los hechos, y pidió que se investigaran, sin embargo, cuando la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad les solicitó copia del expediente de la licitación vía Transparencia, se les fue negado.

Como antecedente genealógico, Benito Neme Sastré es hijo del fallecido exgobernador de Tabasco Salvador Neme Castillo que, en enero de 1992, dejó a la mitad su sexenio. En el PRI existe la percepción de un sector que aquella salida fue producto de las denuncias de corrupción en su gobierno, e “intrigas” de Roberto Madrazo y su primo Manuel Gurría Ordóñez.

En la vena algo se trae. La historia lo persigue, sobre todo porque su padre fue la punta de lanza para llevar a cabo el histórico “éxodo por la democracia” encabezado por Andrés Manuel López Obrador hacia la Ciudad de México.

Queda claro que los destapes deben ser más funcionales, y Benito Neme Sastré, con todo y el pastel de Hernán Barrueta, no podrán endulzar a los tabasqueños.

Haberes
DICEN “que no estaba muerto, andaba de pachanga”, algo así quiso explicar el delegado de la SCT, Sergio Herrera Concha, porque estuvo unos días desaparecidos, luego que el senador Fernando Mayans lo acusara de presuntos desvíos por 200 millones de pesos. ¿Será otro caso cerrado?

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