Corte de Caja
Sistema Estatal Anticorrupción, un esfuerzo que requiere apoyo José Martínez Cuando se habla de combate a la corrupción la mayoría de los mexicanos responde con incredulidad. Se ha dicho tanto en torno a las trapacerías de algunos funcionarios que necesaria parece un cuento de nunca acabar. En el mes de mayo de 2015 inició en […]
7 de julio de 2017

Sistema Estatal Anticorrupción, un esfuerzo que requiere apoyo

José Martínez
Cuando se habla de combate a la corrupción la mayoría de los mexicanos responde con incredulidad. Se ha dicho tanto en torno a las trapacerías de algunos funcionarios que necesaria parece un cuento de nunca acabar.

En el mes de mayo de 2015 inició en México uno de los procesos más importantes en materia de combate a la corrupción, cuando en el Diario Oficial de la Federación se publicó el Decreto por el que se reformaron diversos artículos de la Constitución Mexicana para establecer las bases del Sistema Nacional Anticorrupción, y distribuir las competencias concurrentes entre la Federación y las entidades.

El proceso creación del Sistema Nacional anticorrupción se concretó varias semanas después, cuando el 18 de julio de 2016 se publicaron en el Diario Oficial de la Federación varias leyes secundarias en la materia: la Ley General del Sistema Nacional anticorrupción, la Ley General de Responsabilidades Administrativas y la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa.

La nueva ley en la materia dictaba el término de un año para que los Congresos locales hicieran lo propio en materia local. En el caso de Tabasco, el Ejecutivo estatal envió al Legislativo su propuesta el pasado 29 de mayo del presente.

Todo este proceso fue recapitulado por el propio Arturo Núñez durante su participación en el Primer Congreso Nacional: “La Responsabilidad Administrativa de los Servidores Públicos y Particulares”, el cual inauguró a principios de esta semana.

En su discurso inaugural, Núñez Jiménez recordó que cuando estaba en el PRI, le fue a dar un abrazo a un compañero de partido porque acababa de renunciar un cargo. Su amigo le dijo: “Arturo, el señor me lo dio, el señor me lo quitó; alabado sea el señor”. De esta manera Núñez ejemplificaba cómo la disciplina presidencialista era casi religiosa o militar, y, por lo tanto, a través de este sistema de control político, se controlaba la corrupción. En la cúpula gubernamental, efectivamente, sin embargo, en los niveles medios y bajos no ocurría lo mismo.

En su plática siguió ejemplificando con el sistema de control anterior de anticorrupción, en la que hubo muchos servidores federales y estatales que cayeron en estos actos, sin ser detectadas por cuando menos cinco órganos fiscalizadores. Evidentemente, el sistema le apostaba a la forma de control político y no a la forma de control legal, señaló con mucha razón.

Esta situación no fue ajena a Tabasco, y permitió un desfalco de más de 23 mil millones de pesos en la anterior administración. Era un proceso en la que participaba el Órgano Superior de Fiscalización y el Congreso del estado –encargados de vigilar-, y que convertía a Tabasco en una fábrica de ricos cada trienio y sexenio.

El mandatario dio su voto de confianza a lo que surgirá con el Sistema Estatal Anticorrupción, al que apuesta por contener un ingrediente fundamental: la participación ciudadana. Esto le da esperanza de que se puedan evitar complicidades entre los servidores públicos que integraran el nuevo sistema.

Ayer se presentaron al Congreso del estado las leyes secundarias que darán vida al Sistema Estatal Anticorrupción. Compartimos la esperanza que este mecanismo sea un dique contra este mal mundial. Y debemos contribuir a que así sea.

Haberes
AYER por la mañana, el gobernador Arturo Núñez y su esposa, Martha Lilia López Aguilera, colocaron la primera piedra del Cendi, Eva Sámano de López Mateos, con una inversión de 60 millones de pesos con capacidad para 340 menores. Bienvenido todo lo que se haga por la educación.

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