Núñez, su proyección internacional y la realidad política mexicana

José Martínez
Arturo Núñez Jiménez es poseedor de una vasta experiencia como académico, parlamentario, funcionario público, consultor y político. Habilidades que empezó a desarrollar desde los años 70, y que lo han llevado a ser referente de la ONU en temas políticos y electorales, con lo cual ha recorrido toda Latinoamérica para compartir su experiencia, pero además ha escrito sobre temas en diversas obras impresas.

Como gobernador de Tabasco, desde el año 2013 se ha dado tiempo para asistir a diversos eventos para disertar conferencias, lo mismo que ha recibido en la entidad a personajes que mucho han aportado a la reflexión y el conocimiento. El jueves reciente a petición de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), de Barcelona, España, asistió al seminario internacional “El Constitucionalismo Latinoamericano en el Centenario de la Constitución Mexicana”, un encuentro académico de investigadores, jueces y profesores de Europa y América Latina con el objetivo de discutir sobre los aportes del constitucionalismo latinoamericano a la teoría general del Derecho Constitucional.

Del mismo modo, uno de los temas centrales del seminario fue la revisión crítica de los cien años de vigencia de la Constitución de México, sus fortalezas, problemas, y las deudas del texto constitucional firmado en Querétaro en el año de 1917, algo sobre lo que Núñez Jiménez disertó hace unas semanas en la presentación del libro “La Constitución a debate. Un siglo de vigencia”.

Arturo Ñúñez tuvo el privilegio de abrir el seminario con la conferencia inaugural que tituló “La transición democrática de México. El cambio político por la vía constitucional”.

En su participación, el gobernador consideró que la realidad política mexicana pasa por un claroscuro, con avances importantes y significativos en materia electoral; reconoció que nuestro país sufre un déficit de ciudadanía por su desigualdad social, por lo que no se puede hablar de una democracia consolidada, sino quizá de las fallas de la democracia, que de continuarse puede tener un desenlace nada bueno para todos.

“Este escenario nos hace correr el riesgo de que pasemos de un sistema democrático a un sistema plutocrático, porque ya no existe el fraude en el padrón electoral, en la lista de votantes o en el propio sufragio; pero en las condiciones de la gente sí hay una brutal desigualdad social”, señaló.

Núñez Jiménez aseguró que cuando se conjugan radicalización, movilización y fragmentación partidista, crisis de legitimidad e ineficacia gubernamental, se tiene la base objetiva para una restauración autoritaria.

“Siempre existe el riesgo de ella, pero creo que esa restauración no aparece en el horizonte de nuestro país, en ese sentido, los actores políticos deseamos que México siga creciendo en su democracia”.

Describió a ese sector de la población que aceptaría cualquier régimen político siempre y cuando le asegure los servicios que requieren.

En una franca evidencia de que hoy la llamado democracia mexicana no ha dado todas las respuestas a las expectativas que tiene la sociedad.

Sin embargo, construir la democracia que todos queremos no debe quedar sólo en manos de los gobernantes, sino que debe involucrase la sociedad. De otra manera los avances democráticos que hemos logrado se pueden perder, o pueden ser más lentos y menos eficaces.

Haberes
Celebró el PRD su aniversario número 28. El dirigente estatal Candelario Pérez aprovechó para “destaparse” como aspirante a la alcaldía de Centro, lo que deja a Juan Manuel Fócil en la ruta de otra posición. Comienza el saca aceite entre los amarillos.