El polémico Centro de Convenciones y la diversificación de la economía

José Martínez
Hay una convicción cada vez más compartida que la época del petróleo a barriles llenos se acabó. Que la derrama para Tabasco en términos de empleos y demanda de servicios con alto pago es cosa del pasado. Para enfrentar estas carencias el gobierno estatal se propuso diversificar la economía; despetrolizarla, se dijo. Uno de los sectores clave para combatir el desempleo y dinamizar las inversiones y los ingresos es el turismo.

En 2015 se recuerda una reunión que se llevó a cabo en la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo, donde su titular es David Gustavo Rodríguez. Ahí se insistió que se podía explotar lo que tiene Tabasco, sobre todo su naturaleza. Algunos de los proyectos que se enlistaron fueron –como ya es costumbre- los Pantanos de Centla, además del Circuito Agua y Chocolate, entre otras rutas turísticas, que cuentan con poblaciones indígenas, así como explotar la zona arqueológica de Comalcalco, las haciendas cacaoteras y avistamiento de aves, flora y fauna.

Se presentó de la misma forma el proyecto Delta Vivo, un Club de Pesca (Fishing Lodge) en el ejido El Espino, Centro; Airboats Marina -sería ofrecido con botes de aire para los Pantanos de Centla-; la propuesta Mundo del Manglar, en Paraíso, así como el proyecto de Cruceros (Pontones) en los ríos de Paraíso a Centla. Desafortunadamente muy poco se conoce de lo que se aterrizó de esos proyectos.

Más adelante, la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV), le apostó al turismo de reuniones para detonar una importante actividad económica en la entidad, aprovechando de una mejor manera algunas características con las que cuenta el estado, como lo son la infraestructura hotelera y la conectividad.

Sin embargo, para darle más plusvalía a esos eventos, era necesario construir un nuevo Centro de Convenciones, paquete que desde la SDET se debería dar prioridad. De hecho, el propio Rodríguez Rosario había anunciado que su construcción iniciaría en el 2016 y las primeras áreas estaría en operación en dos años. Quizá antes del cierre del sexenio. La declaración de los empresarios en el sentido de que por el momento está suspendido el proyecto desató una explicable polémica.

Ricardo Castellanos, dirigente de la Coparmex, expuso que es urgente retomar el tema; por ese motivo, de nuevo el titular de la SDET aseguró que la obra tiene continuidad y rechazó que se haya cancelado. Dijo, sin embargo que aún se buscan inversionistas y que es una obra que estaría en unos 12 años.

Los empresarios tabasqueños están divididos. Unos afirman que bastará con un plan alternativo para que comience a funcionar un área de exposiciones y congresos, en tanto que otros no ocultan sus críticas al titular de la SDET. Sostienen que a más de cuatro años que se viene hablando sobre el rescate de Tabasco por la vía turística, además del nuevo Convenciones, tal parecería que al responsable lo rebasaron las circunstancias. No parece haber sido una buena idea que el titular de la SDET haya adelantado sus aspiraciones políticas, porque de esa manera quedó en el centro de un huracán donde convergen intereses económicos pero también partidistas.

El tiempo se agota y el titular del Ejecutivo comenzará también a pedir cuentas. No en vano calificó el bienio 2017-2018 como el de la consolidación.

Haberes
JUAN MANUEL FÓCIL ACUSÓ que todos están en su contra, que ve sombras a su alrededor, incluyendo al delegado del CEN del PRD, Francisco Curi. Asegura el también aspirante que se formó el TUCOF (Todos unidos contra Fócil).