Corte de Caja
Arturo Núñez, el PRD y las definiciones rumbo al 2018 José Martínez Arturo Núñez es un político convencido que sin la unidad de izquierda difícilmente esta corriente logrará la Presidencia de la República. Uno de sus dichos frecuentes pero ciertos es que “la D de la División es la D de la Derrota”. Hay constancia […]
22 de septiembre de 2015

Arturo Núñez, el PRD y las definiciones rumbo al 2018

José Martínez
Arturo Núñez es un político convencido que sin la unidad de izquierda difícilmente esta corriente logrará la Presidencia de la República. Uno de sus dichos frecuentes pero ciertos es que “la D de la División es la D de la Derrota”. Hay constancia pública que desde que se sumó a esta corriente ideológica, primero para ya siendo senador de la República, y luego para afiliarse al Partido de la Revolución Democrática del que es gobernador en Tabasco, ha sido congruente con esta posición. Es sin duda un promotor de la conciliación de las izquierdas.

En su más reciente participación en el XIV Congreso Nacional Extraordinario del PRD, sostuvo que “hay que recordar que, hace 26 años, grupos de diferente procedencia pero coincidentes en la necesidad de un cambio en la dirección progresista del país formaron este Partido de la Revolución Democrática”.

En efecto, el partido del Sol Azteca surgió de una unidad de las diversas y a veces confrontadas organizaciones partidistas y sociales que en 1988 pusieron en jaque al sistema de partido casi único cuando colocaron por encima de sus diferencias la necesidad de un cambio de régimen. Por eso Núñez reiteró que hoy más que nunca y debido a los retos que enfrentan tanto el país como la izquierda mexicana, es preciso que el PRD retome sus orígenes: la unidad. Debe recordarse, dijo el gobernador tabasqueño, cómo fue que nació y se consolidó como fuerza política.

Pidió que con trabajo se contribuya a sacar adelante a la Nación. Puso como ejemplo lo conseguido por el PRD en Tabasco, un partido que “no obstante a las dificultades, rindió buenas cuentas el pasado 7 de junio: ganamos la mayoría de las diputaciones federales de Tabasco, la mayoría de las presidencias municipales del estado y la mayoría relativa del Congreso local”. Antes, en el 2012, apoyado en el impulso de López Obrador y en una ruptura interna del PRI, los perredistas ganaron el gobierno del estado, 10 alcaldías, seis diputaciones federales y 19 diputaciones locales.

En el 2015, contra los pronósticos pesimistas, se tuvo un saldo muy favorable para el liderazgo de Arturo Núñez y más aún en tierra de López Obrador, quien por su parte promovió a su nuevo partido Morena y rechazó cualquier tipo de acercamiento con el perredismo tabasqueño. Todavía más, enderezó un discurso de descalificación contra Núñez quien –es justo reconocerlo-, mantuvo la mesura: no se le conoce una sola respuesta altiva a los casi insultos de sus nuevos adversarios.

En su alocución ante los consejeros nacionales del PRD, Núñez Jiménez puntualizó que los partidos se encuentran ante un nuevo reto. Es “un reto que no es exclusivo de México, que no es exclusivo del PRD: hay quienes desde el discurso antirrepresentativo, anticongreso, antipolítica, antipartidos políticos nos quieren proponer la vuelta al caudillaje y con pretexto de la candidatura independiente quieren descalificar a los partidos en su conjunto”.

Hay quienes en el perredismo ven la posibilidad –y la necesidad- que Arturo Núñez asuma el liderazgo de una nueva corriente en ese partido. Quizás un indicio sea que los actuales gobernadores surgidos del PRD hayan designado al ,mandatario tabasqueño para dar el discurso de este bloque en el Congreso Nacional solaztequista.

Haberes
ACUDIÓ Javier May, ex dirigente de Morena,  a un encuentro de capacitación de los alcaldes electos de Tabasco organizado por el Instituto de Administración Pública. Una actitud institucional porque fue la oportunidad de coincidir con el gobernador Núñez. El IAP lo encabeza Ángel Solís.

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