Corte de Caja
Vientre subrogado, negocio que se resiste a morir José Martínez Desde 1997 se abrió en Tabasco un negocio que hoy se resiste a morir. Es conocido como “embarazos subrogados”, que convirtieron a Tabasco en un paraíso para agencias internacionales que lucraban con la necesidad de parejas, que por alguna razón no podían tener hijos y […]
22 de febrero de 2017

Vientre subrogado, negocio que se resiste a morir

José Martínez
Desde 1997 se abrió en Tabasco un negocio que hoy se resiste a morir. Es conocido como “embarazos subrogados”, que convirtieron a Tabasco en un paraíso para agencias internacionales que lucraban con la necesidad de parejas, que por alguna razón no podían tener hijos y buscaban una alternativa que les permitiera la oportunidad que la naturaleza les negaba.

Con ese pretexto, hospitales privados y despachos de abogados y notarios concentraban acuerdos legales donde una mujer tabasqueña permitía su inseminación artificial para lograr gestar un producto que no era de ella, pero que biológicamente se le desarrollaría. Al final del proceso entregaría el producto a la pareja que costeó el proceso. Por lo general los contratantes eras extranjeros.

A la mujer depositaria y gestora del infante se le gratificaba con un monto mínimo, comparado con lo que cobraban las agencias que promovían los embarazos subrogados.

Iniciada desde la administración de Roberto Madrazo, durante mucho tiempo -en el quinquenio de Manuel Andrade Díaz, y el sexenio de Andrés Granier-, esta situación abrió un mercado no regulado en Tabasco que lo proyectó a nivel internacional. Se aprovecharon de que en aquella legislación existían lagunas y florecieron los mercaderes de vidas.

A partir de la administración de Arturo Núñez esta situación fue objeto de análisis junto a expertos nacionales. La revisión de casos y normas se hizo a profundidad. En dos años se concluyó con una reforma al Código Civil, colocando candados jurídicos a los acuerdos para la gestación asistida; sin embargo, no gustó a quienes por años lucraron con dichos vacíos legales, y hoy se resisten a que su negocio fenezca.

La reforma al código civil realizada en el año 2015 prohíbe que el proceso de subrogación materna se dé con personas extranjeras, y sólo abre esa posibilidad con connacionales, quienes deben pasar por un proceso de registro que permita asegurar el bienestar de la criatura que buscan engendrar.

Además de ofrecer las mejores condiciones a las mujeres que voluntariamente dan su vientre para gestar el producto, y los hospitales médicos donde se realizan estos procesos deben registrase ente la Secretaría de Salud para su debido control.

Estos cambios se dieron después de que la nueva administración revisara expediente por expediente los casos que se habían dado en maternidad subrogada, lo que llevó a conocer que uno de los resultados legales a los que se enfrentan los bebés, carecían de un reconocimiento en los países de donde venían sus padres, provocando una grave incertidumbre sobre el futuro de ellos.

Ante el interés superior del niño se detuvieron los procesos para que los extranjeros sacaran a los infantes de Tabasco y del país. Los beneficiados del “mercado de vientres subrogados” interpusieron recursos contra la reforma realizada al Código Civil.

Los jueces deben resolver para poner fin al mercado de niños, así como la explotación de mujeres orilladas por la necesidad, que aceptan a rentar su vientre para gestar un producto que no es de ellas, y todo a cambio de un pago. El Estado Mexicano –y los gobiernos estatales- están obligados a proteger a los niños nacidos en territorio mexicano; así como a las mujeres nacionales.

Haberes
LA CAPACITACIÓN de las organizaciones civiles es fundamental para que su labor sea en beneficio de la sociedad tabasqueña. La responsabilidad de esta formación es de la Secretaría de Gobierno, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Político. Es buena noticia que se retome y refuerce esta actividad.

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